02/11/2025 - Edición Nº999

Internacionales

Desastre natural

El reclamo de Poza Rica: la ayuda que no llega a los damnificados

16/10/2025 | Vecinos de Veracruz denuncian una respuesta tardía y descoordinada del gobierno tras las inundaciones que devastaron la ciudad.



Las intensas lluvias que golpearon Poza Rica, en el estado de Veracruz, dejaron a su paso calles anegadas, viviendas destruidas y miles de damnificados que hoy reclaman una ayuda que no llega. Mientras el gobierno estatal intenta coordinar los esfuerzos de rescate, los habitantes acusan que las advertencias de evacuación llegaron demasiado tarde. La noche en que el río Cazones se desbordó, muchas familias dormían sin imaginar que el agua alcanzaría los techos en cuestión de horas.

En los barrios más afectados, los vecinos improvisaron refugios y rescates por cuenta propia. Algunos relatan haber esperado durante días la llegada de las autoridades, mientras el lodo cubría calles y las provisiones se agotaban. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) había emitido alertas desde la tarde anterior, pero el llamado oficial a evacuar se hizo público siete horas después, cuando ya el desastre era inevitable.

Una respuesta fragmentada

El contraste entre los anuncios gubernamentales y la realidad en el terreno ha encendido el malestar ciudadano. En redes sociales y medios locales, los pobladores exigen una mayor celeridad en la distribución de ayuda humanitaria, denunciando la falta de coordinación entre los niveles municipal, estatal y federal. En zonas como Arroyo del Maíz o Petromex, el ingreso de maquinaria pesada se demoró hasta tres días, lo que agravó el aislamiento de cientos de familias.

El gobierno de Claudia Sheinbaum ha desplegado elementos del Ejército y programas de apoyo, pero las críticas se centran en la falta de previsión. Los expertos advierten que la tragedia pudo mitigarse si se hubiesen activado los protocolos de emergencia a tiempo. También cuestionan la capacidad de los municipios para responder ante lluvias cada vez más extremas, un fenómeno que se repite con frecuencia en el Golfo de México.

El costo humano y político

Detrás de las cifras de daños materiales, emerge una población que se siente abandonada. Las familias que lo perdieron todo ahora dependen de donaciones y albergues improvisados. El reclamo no es solo por alimentos o cobijo, sino por una gestión más eficaz que evite que el sufrimiento se repita con cada temporada de lluvias. Las críticas alcanzan también a los gobiernos de Morena, señalados por priorizar el discurso sobre la acción concreta.

A mediano plazo, el desastre de Poza Rica podría convertirse en un punto de inflexión para la administración federal. La opinión pública demanda resultados visibles y una planificación que combine infraestructura resiliente y transparencia en la gestión de fondos. Mientras tanto, los damnificados siguen limpiando con sus propias manos lo que el agua destruyó, esperando que esta vez la reconstrucción no se pierda en la burocracia.