
Productor, director y cabeza de algunos de los programas más recordados de la televisión argentina, Marcos Gorbán sigue siendo una de las voces más lúcidas para analizar la industria que lo vio nacer. Desde su paso por Videomatch hasta sus éxitos con Gran Hermano, Operación Triunfo y Talento Argentino, su mirada combina nostalgia y actualidad, pero también una certeza: “Cuando invertís y trabajás con amor, los resultados llegan y la gente lo agradece”, declaró en NewsDigitales.
Aunque divide su tiempo entre proyectos en distintos países, Gorbán aclara que sigue viviendo en Argentina. “Posteás fotos solo cuando viajás y la gente cree que estás todo el tiempo afuera. Pero yo vivo acá, mi casa está acá”, explica entre risas. El productor contó que llegó a dirigir 60 episodios de la versión mexicana de 100 argentinos dicen desde su casa, vía Zoom: "Estaba conectado al estudio de México desde el living de mi casa, en pantuflas y con un tecito. Era rarísimo, una cosa post pandemia. Pero funcionó".
Con una carrera atravesada por los grandes formatos televisivos, Marcos defiende el poder de una buena producción: "La Voz Argentina es un ejemplo de que la televisión está viva. Está bien hecha, bien dirigida, con un jurado increíble. Cuando se produce con amor y se trabaja bien, la gente lo agradece".
El exproductor del reality musical analizó el fenómeno de Operación Triunfo, que volvió a España en formato streaming a través de Prime Video: "Si en 2003 y 2004 pudimos hacerlo, claro que podríamos hacerlo en 2025. Lo que sobra en Argentina es talento". Sin embargo, marcó diferencias con el presente: "Habría que modernizarlo, porque los formatos que estuvieron 20 años fuera del aire necesitan actualización. Pero OT fue un programa que unió a la familia, un clásico de los domingos a la noche. Eso sigue siendo oro".
Gorbán también se refirió a la corta participación de Flor Vigna en Mundos Opuestos, el reality que actualmente produce para Canal 13 de Chile y que la argentina renunció a los pocos días: "Flor no la pasó bien, es verdad. Pero una vez que entra al reality, uno se corre. Ella sabía perfectamente adónde iba, vio las temporadas anteriores y nunca hubo engaño... Fue una frustración porque yo sabía todo lo que tenía para dar. En el poco tiempo que estuvo fue carismática, protagónica y querida", sostiene.
Marcos recuerda con emoción al actual conductor y empresario del streaming, a quien conoció en Combate: "Un día me dijo: ‘Me excita más lo que hacen ustedes detrás de cámara que lo que hago yo adelante’. Lo mandé a estudiar a Tea, lo ayudé a entrar. Y después creció a una velocidad impresionante. Hoy lo admiro profundamente. Es un tipo que siempre piensa tres o cuatro pasos más adelante, que planifica y conceptualiza lo que hace. Tiene una cabeza brillante". Además, sigue de cerca el proyecto Nadie dice nada, donde su hija Camila es productora ejecutiva: "Lo veo siempre. Me sorprende y me fascina. Es una forma de acompañar el trabajo de mi hija y admirarla también".