12/11/2025 - Edición Nº1009

Internacionales

Nueva etapa laboral

Grecia aprueba jornada de hasta 13 horas: choque laboral estalla

17/10/2025 | La reforma permite extender turnos en el sector privado, pese al rechazo masivo.



El Parlamento de Grecia aprobó una controvertida reforma que permitirá ampliar la jornada laboral diaria hasta 13 horas en algunos sectores del ámbito privado. La medida, impulsada por el gobierno conservador, busca —según sus defensores— adaptarse a las necesidades de una economía más flexible y competitiva. Sin embargo, para los sindicatos y amplios sectores sociales, representa un retroceso en derechos conquistados.

Durante las últimas semanas, miles de personas salieron a las calles de Atenas, Tesalónica y otras ciudades para protestar contra el proyecto. Las movilizaciones incluyeron huelgas generales que paralizaron el transporte público, el comercio y la administración estatal. A pesar de la presión social, el Ejecutivo logró aprobar la norma con una ajustada mayoría parlamentaria.


Miles de trabajadores salieron a las calles de la capital y otras ciudades para rechazar la ampliación de la jornada laboral.

Qué cambia con la nueva ley

Antes de esta reforma, la jornada laboral en Grecia se regía por el esquema tradicional de ocho horas diarias y cuarenta semanales, con la posibilidad de sumar hasta 150 horas extra al año, siempre remuneradas con un recargo. Ese marco sigue vigente, pero ahora la nueva ley introduce una “opción voluntaria” que habilita a extender la jornada diaria hasta 13 horas, en casos excepcionales y por un máximo de 37 días al año.

Esto implica que un trabajador podría realizar cinco horas adicionales en un mismo día, con un pago extra del 40% por hora, siempre que no se supere el promedio legal de 48 horas semanales. El objetivo oficial es ofrecer más flexibilidad en sectores con alta demanda temporal —como turismo, comercio o servicios—, aunque sindicatos y expertos alertan que esa “voluntariedad” podría volverse una forma encubierta de presión laboral.

El texto mantiene el tope de 48 horas semanales en promedio y prohíbe el despido de empleados que se nieguen a realizar las extensiones, aunque los sindicatos advierten que en la práctica será difícil garantizar esa protección frente a la presión empresarial.

Reacciones y tensiones

El gobierno asegura que la medida moderniza un sistema laboral “anclado en el pasado” y pretende ofrecer herramientas de flexibilidad para sectores con alta estacionalidad, como el turismo o la hostelería. Sin embargo, los gremios consideran que se abre la puerta a la explotación y la precarización, en un país que ya figura entre los de mayor carga laboral en Europa.

Las principales centrales sindicales denunciaron que “la voluntariedad es una ilusión” y que los trabajadores, ante el temor de perder su empleo, podrían sentirse obligados a aceptar jornadas excesivas. Los partidos de oposición, por su parte, calificaron la reforma como un “retroceso histórico” y anticiparon que impulsarán su revisión.

Un país marcado por la austeridad

La reforma llega en un contexto sensible: Grecia todavía arrastra las consecuencias sociales de la crisis de deuda que comenzó en 2009 y que derivó en años de recortes, desempleo y pérdida de poder adquisitivo. Aunque la economía se ha estabilizado, los salarios reales permanecen bajos y muchos ciudadanos trabajan largas horas para compensar la inflación y los altos costos de vida.


La nueva ley permitirá turnos de hasta 13 horas diarias en sectores privados, bajo un esquema de “voluntariedad”.

Desde hace años, el país encabeza las estadísticas europeas de horas trabajadas por persona, superando con creces a economías más ricas como Alemania o Países Bajos. Este nuevo marco legal, según especialistas, podría profundizar esa tendencia en lugar de corregirla.

Riesgos y próximos pasos

Distintos expertos en salud laboral advierten que una mayor carga horaria no garantiza más productividad, y puede derivar en fatiga, accidentes y deterioro físico y mental. También remarcan la necesidad de controles estatales efectivos para evitar abusos y garantizar el carácter realmente voluntario de las extensiones.

La ley entrará en vigor en las próximas semanas, pero todavía resta definir cómo se aplicará en la práctica: qué sectores podrán adherirse, cómo se controlará el tiempo trabajado y qué sanciones enfrentarán las empresas que incumplan. En un país donde la palabra “crisis” marcó toda una generación, el debate sobre el tiempo de trabajo se convirtió en un símbolo: para unos, de modernización; para otros, de una lucha pendiente por la dignidad laboral.