26/10/2025 - Edición Nº992

Deportes


El Cilindro de Avellaneda

17 de Octubre: cómo nació el estadio Presidente Perón de Racing Club

17/10/2025 | Mientras comenzaba a gestarse el peronismo en el país, en Avellaneda se empezó a levantar uno de los estadios más emblemáticos del fútbol argentino.


por Fercho Domínguez


El año 1945 fue un año muy convulsionado para el país y Racing Club no fue la excepción. El equipo se quedó a un paso del descenso luego de malas campañas y una sequía de títulos que arrastraba de 1925. En este contexto futbolístico y con una difícil situación económica, se produce una importante reunión entre los dirigentes con una premisa básica: qué hacer con el club.

Se gestaron cambios institucionales y se pensó en un nuevo estadio para reactivar al club. En Avellaneda comenzaba a resurgir un club, y en el país empezaba a gestarse el peronismo. De este movimiento político surgen los nombres clave para la construcción del nuevo estadio, el Mayor Carlos Aloé, el ministro Ramón Cereijo y por supuesto Juan Domingo Perón.

La asamblea que cambió el destino del estadio

El 16 de agosto de 1946 el Poder Ejecutivo Nacional firmó el Decreto 7.395, y se le otorgó al club un préstamo de 3.000.000 de pesos para la construcción. Poco después, a los 3 millones originales se sumaron, gracias a las gestiones de Ramón Cereijo, otros 8 millones pagaderos en un plazo "no mayor a los 65 años".

Cereijo fue ministro de Hacienda, el hombre más futbolero de los ministros peronistas, hincha de Racing, y el que instrumentó todas las ayudas del gobierno justicialista a los clubes que remodelaron sus estadios en esa época. 


Perón y Evita durante la inauguración del Cilindro.

Según Pacho Vera, director de la revista Racing durante treinta años, la Academia iba a tener su estadio en el Parque Retiro, donde hoy está el hotel Sheraton. Así estaba planificado y así hubiera sido si no fuese porque una asamblea votó en contra del traslado.

Incluso esa opción tenía la aprobación del propio Perón. El periodista Carlos Aira es uno de los historiadores de fútbol más importantes del país y adhiere a la idea de que la construcción del estadio tenía como trasfondo que fuera sede de los Juegos Olímpicos, que el Gobierno nacional quería que se realizaran en Buenos Aires en 1956.

Los muchachos peronistas hicieron una gran cancha de fútbol

El mismo estudio de arquitectura que levantó la cancha de Huracán, tuvo a su cargo la construcción del Cilindro. Con una buena base de dinero, se empezó a construir en marzo de 1947 y se finalizó en agosto de 1950. Fue una construcción compleja y difícil por los detalles del estadio. La semana previa a la apertura oficial de la cancha, se realizó una suerte de inauguración privada y se invitó a Perón a conocerla durante un entrenamiento del equipo.

Bajo un sol radiante y dentro del campo de juego, muy cerca del túnel, esperaban ansiosos el presidente de Racing Carlos Pailot, Ramón Cereijo y Carlos Aloé. Cuando Perón salió por el túnel, caminó unos metros por la línea de cal, se detuvo y miró alrededor: la cara de los funcionarios tenía una sonrisa de oreja a oreja. Habrán pensado internamente “mirá el estadio que te hicimos”.

Perón se quedó parado, lo llamó a Cereijo y le dijo: “Hijo de puta, esta cancha de mierda hiciste”. El funcionario, pálido e inmóvil, sólo pudo decir: “General, ¿qué pasa?”. Perón, con su visión social y estratégica del deporte, que apuntaba a tener los Juegos Olímpicos en Buenos Aires, le dijo: “Falta la pista de atletismo”. Además de la pista, también se olvidaron de construir las cabinas de prensa. Los muchachos, hicieron una gran cancha, pero solamente de fútbol.