21/10/2025 - Edición Nº987

Internacionales

Crisis política

Gombojav Zandanshatar dimite en Mongolia: las razones ocultas

18/10/2025 | La dimisión de Gombojav Zandanshatar, forzada por el Parlamento, profundiza la inestabilidad política en un país clave para la minería asiática.



El primer ministro de Mongolia, Gombojav Zandanshatar, presentó su renuncia este viernes, apenas cuatro meses después de asumir el cargo, tras perder una votación de confianza en el parlamento. Su salida, aprobada por 71 votos a favor, refleja las divisiones internas en el Partido del Pueblo de Mongolia (MPP) y la creciente fatiga ciudadana ante la inestabilidad política. El presidente Ukhnaa Khurelsukh deberá ahora nominar a un nuevo jefe de Gobierno, que deberá ser ratificado por la State Great Khural, el órgano legislativo del país.

Zandanshatar, expresidente del Parlamento y figura histórica del MPP, había asumido el poder en junio con la promesa de impulsar reformas económicas y combatir la corrupción. Sin embargo, sus intentos de reorganizar ministerios y limitar los contratos mineros con empresas extranjeras generaron resistencia entre sectores de su propio partido y empresarios cercanos al poder. En las últimas semanas, su gestión enfrentó protestas en Ulán Bator por el aumento del costo de vida y la falta de transparencia en la distribución de fondos públicos.

Un país atrapado en la incertidumbre

La salida de Zandanshatar es la segunda renuncia de un primer ministro mongol en menos de un año. Su predecesor, Luvsannamsrain Oyun-Erdene, dimitió en marzo tras acusaciones de corrupción vinculadas al comercio del carbón y a la gestión de la pandemia. Este ciclo de crisis políticas ha debilitado la confianza en las instituciones y en el liderazgo del MPP, que gobierna Mongolia desde 2020 con mayoría absoluta.

El contexto económico agrava la situación: el Banco Mundial redujo su previsión de crecimiento para 2025 al 5,9%, citando la caída de los precios del carbón y la desaceleración del comercio con China, su principal socio. Además, la inflación supera el 10% y el desempleo juvenil se ha disparado. Para un país dependiente de la minería y el transporte terrestre hacia puertos chinos, la falta de continuidad en el gobierno amenaza la estabilidad fiscal y las inversiones estratégicas.

Tensiones internas y presiones externas

La renuncia del primer ministro responde tanto a una lucha interna por el control del MPP como a presiones externas derivadas de su política de equilibrio entre China, Rusia y Occidente. Zandanshatar buscaba diversificar la economía y fortalecer la cooperación con Estados Unidos y Japón, un enfoque que habría incomodado a Beijing, principal comprador del carbón mongol. En contraste, el ala conservadora del MPP promueve una relación más estrecha con China y una menor exposición al mercado internacional.

La inestabilidad llega en un momento en que Mongolia intenta posicionarse como un corredor logístico entre Asia y Europa, aprovechando su ubicación estratégica y sus recursos minerales. Sin embargo, las renuncias consecutivas y la parálisis administrativa amenazan con frenar proyectos clave de infraestructura y transporte.


Zandanshatar Gombojav.

Un futuro incierto

El presidente Khurelsukh deberá proponer un nuevo gabinete en las próximas semanas. Entre los posibles sucesores se mencionan al ministro de Finanzas, Javkhlan Bold, y a la viceprimera ministra, Solongo Enkhtuya, aunque ninguna candidatura cuenta con consenso. Si el parlamento no aprueba al nuevo primer ministro en la primera votación, podrían convocarse elecciones anticipadas en 2026.

Para una población cansada de promesas incumplidas, la renuncia de Zandanshatar simboliza el agotamiento de un sistema político incapaz de ofrecer estabilidad. Con un electorado cada vez más escéptico y una economía dependiente del exterior, Mongolia enfrenta el riesgo de entrar en una espiral de crisis políticas recurrentes que frenen su desarrollo y debiliten su peso en Asia Central.