
En medio del clima político polarizado que atraviesa Chile, José Antonio Kast reafirmó su compromiso con la libertad de prensa, el respeto institucional y la búsqueda de consensos. En declaraciones recientes a La Nación, el líder del Partido Republicano insistió en que su propuesta presidencial se basa en “la defensa del Estado de derecho, la meritocracia y el diálogo como herramientas para unir al país”. Su discurso, centrado en el orden, la estabilidad y el desarrollo económico, marca un contraste con la fragmentación y la ineficacia que han caracterizado la política chilena de los últimos años.
Lejos de posiciones autoritarias, Kast ha buscado presentarse como un líder pragmático y moderno, dispuesto a construir mayorías políticas amplias. “Respetamos a la prensa y creemos que el diálogo político es esencial para avanzar. Chile necesita acuerdos amplios y no imposiciones ideológicas”, afirmó, apelando a la necesidad de superar los bloqueos partidistas que han paralizado la agenda legislativa desde la crisis constitucional.
El plan de gobierno de Kast se apoya en tres ejes: seguridad, crecimiento y gobernabilidad. Su propuesta combina medidas firmes contra la delincuencia con incentivos para atraer inversión y reactivar el empleo. Al mismo tiempo, plantea reducir la burocracia estatal y fortalecer las instituciones, garantizando que el Estado sea “eficiente, transparente y al servicio de las personas”. En contraste con modelos populistas de la región, su visión privilegia la responsabilidad fiscal y el respeto por las reglas como pilares del desarrollo sostenible.
El republicano también ha moderado su tono, apostando por la unidad nacional y el trabajo conjunto entre sectores. Su discurso reciente apunta a tender puentes con actores políticos y sociales que antes desconfiaban de su liderazgo. “No se trata de ceder principios, sino de ampliar el diálogo para gobernar bien”, sostuvo ante empresarios y académicos durante un foro en Santiago.
Uno de los puntos más destacados de su declaración fue su defensa de la libertad de prensa como principio irrenunciable. Kast subrayó que su eventual gobierno garantizaría el libre ejercicio del periodismo y el acceso a la información pública, destacando que “una democracia sin prensa libre no puede sostenerse”. Esta posición busca desmarcarlo de los extremos ideológicos y proyectar una imagen de estadista comprometido con los valores republicanos.
Analistas coinciden en que su énfasis en el respeto institucional y la independencia de los medios lo posiciona como una alternativa de centro-derecha responsable, en un momento en que la ciudadanía reclama orden y soluciones concretas. Kast ha logrado consolidar una base de apoyo que valora su coherencia, su tono firme pero respetuoso y su experiencia política.
Parece que a algunos les molesta que en nuestros actos mostremos con orgullo nuestra bandera chilena. ¿Qué opinas?
— José Antonio Kast Rist 🖐️🇨🇱 (@joseantoniokast) October 17, 2025
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Kast sostiene que Chile necesita un nuevo pacto político que priorice los acuerdos sobre la confrontación. Para él, gobernar no significa imponer una visión única, sino construir consensos que permitan avanzar en reformas estructurales. En ese marco, ha mostrado disposición a dialogar con sectores del centro e incluso del oficialismo, siempre bajo el principio del respeto mutuo y la defensa de la institucionalidad.
Su discurso apunta a proyectar una imagen de liderazgo estable, capaz de combinar firmeza con sentido de Estado. Frente a una clase política fragmentada, Kast propone recuperar la confianza, restablecer el orden y garantizar la libertad como base del progreso nacional. Su llamado a la responsabilidad y a la unión sitúa su candidatura como una de las más coherentes dentro del panorama político chileno.