21/10/2025 - Edición Nº987

Internacionales

Realeza africana

Mswati III: el monarca absoluto que aterrizó con 15 esposas y decenas de acompañantes

19/10/2025 | La llegada del rey de Eswatini a Abu Dhabi, rodeado de esposas y asistentes, reavivó críticas por su vida de opulencia frente a un pueblo empobrecido.



El rey Mswati III de Eswatini volvió a ser noticia tras la difusión de un video que lo muestra descendiendo de su jet privado en Abu Dhabi, acompañado por un extenso séquito integrado por esposas, hijos y asistentes. Aunque la grabación no corresponde a un hecho reciente, su viralización reavivó el debate sobre la figura del último monarca absoluto de África y el contraste entre su vida de opulencia y la pobreza que atraviesa gran parte de su país.

Mswati III gobierna el pequeño reino del sur africano desde 1986, cuando fue coronado a los 18 años tras la muerte de su padre, el legendario Sobhuza II, quien tuvo más de setenta esposas. Desde entonces, el monarca concentra todo el poder político y económico del país: designa ministros, controla el Parlamento y goza de inmunidad judicial. En 2018 cambió el nombre oficial de Suazilandia a Eswatini, una decisión que presentó como un gesto de identidad nacional, aunque muchos la interpretaron como una demostración de autoridad personalista.

Según distintas versiones, el video habría sido grabado durante una visita oficial a Emiratos Árabes Unidos, posiblemente relacionada con asuntos diplomáticos o de inversión. Sin embargo, no existe confirmación oficial sobre el motivo del viaje: el rey aparece vestido con atuendo tradicional, escoltado por mujeres y personal de servicio que transportan equipaje y obsequios. Los comentarios sobre la magnitud de su comitiva -se habla de unas quince esposas, treinta hijos y más de un centenar de asistentes- dominaron la conversación en redes.

La escena volvió a poner en evidencia las profundas desigualdades de Eswatini, donde más de la mitad de la población vive con menos de dos dólares diarios. Mientras tanto, Mswati mantiene una vida marcada por el lujo: colecciona autos de alta gama -Rolls-Royce, BMW y Maybach-, viaja en avión privado y reside en varios palacios. En 2019 fue duramente criticado por adquirir diecinueve Rolls-Royce para sus esposas en un contexto de crisis económica y recortes en salud y educación.


Cada año, jóvenes mujeres participan en el festival Umhlanga, una ceremonia tradicional en la que el rey suele elegir nuevas esposas.

A esa desigualdad estructural se suma una crisis social que atraviesa casi todos los sectores. Los hospitales públicos funcionan con recursos mínimos y frecuentes faltantes de medicamentos, mientras los jóvenes enfrentan un desempleo que supera el 40%. En las zonas rurales, muchas familias dependen de la agricultura de subsistencia y del apoyo de remesas enviadas desde Sudáfrica. El costo de vida aumenta cada año, pero los salarios permanecen estancados y los sindicatos tienen escaso margen de acción por las restricciones del régimen. En medio de ese panorama, la monarquía conserva privilegios millonarios financiados con fondos estatales, alimentando el malestar que en los últimos años desembocó en protestas y reclamos por una apertura democrática.

El monarca tiene oficialmente entre quince y dieciséis esposas y más de treinta hijos. Muchas de sus uniones surgen del festival tradicional Umhlanga, en el que miles de jóvenes bailan frente al rey, quien puede elegir a una nueva consorte. Sus defensores sostienen que se trata de una costumbre cultural ancestral; sus detractores la consideran una práctica que perpetúa desigualdades y abuso de poder.


Mswati III junto a algunas de sus esposas durante una ceremonia. El monarca tiene entre quince y dieciséis consortes reconocidas.

En los últimos años, Eswatini ha sido escenario de protestas por reclamos democráticos y denuncias de violaciones a los derechos humanos. Las manifestaciones fueron reprimidas con violencia, dejando varios muertos y decenas de detenidos. A pesar de las críticas, Mswati conserva el control total del Estado y el respaldo de las fuerzas de seguridad, lo que mantiene intacto su poder.


Manifestantes en Mbabane reclaman reformas democráticas y mejores condiciones de vida en un país donde más de la mitad de la población vive bajo la línea de pobreza.

El video de Abu Dhabi volvió a poner a Mswati III en el centro del debate global. Para algunos, su figura representa la persistencia de una tradición ancestral; para otros, un vestigio de poder absoluto incompatible con el siglo XXI. Entre el lujo y la polémica, el rey de Eswatini sigue mostrando al mundo que su autoridad, al menos por ahora, aterriza intacta.