
Patricia Bullrich ya empezó a hablar como senadora. A una semana de las elecciones legislativas, la ministra de Seguridad aseguró que “hay que ordenar el Senado” y dejó claro que su salida del gabinete de Javier Milei será inmediata una vez confirmada su banca por la Ciudad de Buenos Aires.
“Me va a tocar una batalla más dura en el Senado, porque hay que convencer y evitar que se genere un frente en contra que complique la economía”, lanzó en la mesa de Mirtha Legrand, donde mostró un tono más político que técnico.
Bullrich encabeza la lista de La Libertad Avanza en CABA y es una de las figuras más fuertes del oficialismo en el tramo final de campaña. Según su entorno, su llegada al Congreso busca blindar al Gobierno en las votaciones clave que vienen en 2026.
“Voy a extrañar el Ministerio de Seguridad, pero el que las hace, las paga. No queremos violadores, abusadores ni narcos sueltos por la calle”, dijo la ministra, reforzando el eje punitivista que marcó su gestión.
La funcionaria aprovechó además para enviar un mensaje a los mandatarios provinciales: “Todos los gobernadores, sacando a Kicillof, tienen el objetivo de batallar contra los delincuentes”, afirmó, en una frase que generó ruido político y aplausos libertarios.
Así, Bullrich se sube a la campaña como una pieza central del mileísmo, pero con mirada propia. Su desembarco en el Senado promete tensión, fuego cruzado y una nueva pulseada por el control del poder político en el Congreso.