
A una semana de las elecciones, los últimos indicadores económicos muestran señales mayormente negativas. Aunque la inflación se mantiene en niveles moderados, el empleo formal sigue cayendo, las empresas continúan cerrando y el dólar acumula más y más presión. Cuatro datos que, en conjunto, ponen en duda el relato oficial sobre la recuperación económica y seguramente perjudicarán al gobierno en los comicios del 26 de octubre.
1. Inflación
El martes se conoció el IPC de septiembre. Fue del 2,1%, acelerándose respecto al 1,9% de julio y agosto y superando el 2% luego de cuatro meses de un índice que comenzaba con 1.
La noticia positiva es que la inflación núcleo, que excluye los precios estacionales y regulados, se ubicó en 1,9%, incluso por debajo del nivel de agosto (2%). Este indicador refleja el componente más persistente de la inflación.
El otro aspecto a destacar es el bajo pase a precios de la devaluación. Mientras el dólar aumentó 5,3% en promedio en septiembre, los precios subieron 2,1%.
Hacia adelante, el REM del Banco Central proyecta un 2% para octubre, un 2,1% para noviembre y un 2% para diciembre. Así, recién en 2026 la inflación retornaría a niveles menores a 2.
Para el gobierno, el número oficial fue un golpe duro a su relato, pero no obstante, no pareciera que de cara a las elecciones sea un factor que influya de manera negativa, sino todo lo contrario.
2. Empleo
Desde que gobierna Javier Milei, se pierden por mes más de 10.000 empleos registrados. Entre noviembre de 2023 y julio de 2025 se destruyeron 205.456 puestos de trabajo asalariados.126.950 corresponden al sector privado, 57.889 al ámbito público y 20.617 a casas particulares.
En julio puntualmente, los asalariados privados presentaron una nueva caída: se perdieron 8.782 puestos. En el sector público se destruyeron 818 puestos asalariados, mientras que en casas particulares se crearon 278 empleos.
Por el contrario, la modalidad de trabajo que creció desde noviembre de 2023 es el monotributo. Si bien en julio, se dieron de baja 8.753 personas, desde comienzos de la gestión económica de Luis Caputo se dieron de alta 123.568.
Es decir, 2 de cada 3 personas que perdieron su empleo registrado encontraron “refugio” en el monotributo. Esto significa que pasaron de tener un trabajo con derecho a vacaciones, aguinaldo, licencias e indemnización, a un trabajo prácticamente sin derechos. Una señal de la precarización del mundo del trabajo.
La construcción y la industria manufacturera son los sectores más afectados, y no dan muestras de mejora en el mediano plazo.
3.Empresas
El parate de la actividad económica no sólo afecta a los trabajadores sino también a las empresas. Desde que gobierna Milei, cierran 30 empresas por día. Así, totalizan 18.083 las compañías que se dieron de baja entre noviembre de 2023 y julio de 2025.
En el análisis por sector, Transporte y Almacenamiento fue el más afectado en términos nominales, perdiendo 4.468 empleadores, seguido de Comercio al por mayor y al por menor, reparación de vehículos automotores y motocicletas que sufrió una caída de 3.131 y Servicios inmobiliarios que perdió 2.829 empleadores.
En razón de tamaño, las principales afectadas son las empresas de hasta 500 trabajadores: 99,63% del total de los casos corresponden a este segmento. Es decir, dejaron de registrarse como empleadoras 18.016 empresas de hasta 500 trabajadores.
De este modo, las empresas de hasta 500 trabajadores disminuyeron un 3,71% desde la asunción de Milei.
4. Dólar
La principal variable que preocupa al Gobierno es el tipo de cambio.
Pese a la intervención del Tesoro americano tanto en el mercado oficial como en el CCL, el dólar no para de subir.
Comenzó la semana que pasó operándose en promedio en $1.347,67 y la terminó casí $100 más arriba, en $1.439,50.
El Tesoro local tiene escaso poder de fuego para intervenir dentro de la banda y la otra alternativa es permitir que toque el techo (que abre la semana que comienza en $1.490,57) y que sea el Banco Central el que deba vender reservas.
Mientras tanto, el mercado busca cobertura cambiaria a través de todo tipo de instrumentos, ya sea la compra de divisas directamente, contratos futuros o bonos atados al tipo de cambio.
En la semana previa a las elecciones, estas tensiones sólo se espera que empeoren.
En conjunto, los indicadores muestran que el relato oficial enfrenta cada vez más dificultades para sostenerse en los datos. Inflación que vuelve a acelerarse, empleo en retroceso, empresas que cierran y un dólar en tensión dibujan un panorama complejo para el Gobierno, que llega a las elecciones con números que contradicen la idea de un "milagro económico", con la que el presidente tituló su libro.