20/10/2025 - Edición Nº986

Agro

Ganadería

Frigoríficos ya cobran el servicio de faena en Buenos Aires: ¿cómo impacta en el precio de la carne?

20/10/2025 | Se debe a la baja rentabilidad de los subproductos, caída de ventas y estancamiento en producción. 



Desde este lunes 20 de octubre, los frigoríficos y plantas que trabajan para grandes expendios de carne en la provincia de Buenos Aires comenzaron a cobrar el servicio de faena. La decisión fue adoptada por unas 40 empresas del rubro que integran la Cámara de Industrias Cárnicas (CAINCA) ante la crisis que azota al rubro, en un contexto general de la actividad con caída de ventas,  baja rentabilidad de los subproductos y estancamiento en producción. 

“Tiene que ver con el tema de la integración, que son los subproductos que mantienen a la empresa de los frigoríficos. Ya hace un par de años que el cuero, que era la niña bonita del frigorífico y hacía que se sostuvieran las plantas porque pagaba la mayor cantidad de gasto, hoy está muy desvalorizado. Lo que dicen los tres actores que monopolizaron el mercado del cuero es que el sintético ha tomado más posicionamiento en el mercado y le ha sacado el valor al cuero” explicó a NewsDigitales Mauricio Caggiano, titular del frigorífico Pastor Bauman ubicado en la localidad bonaerense de Junín

En esa dirección, el empresario se refirió a que en la coyuntura actual “la achura que antes era una de las cosas que tenía poca comercialización, hoy más o menos sostiene lo que son las plantas. Pero así y todo, con la baja de kilos y la poca venta de carne que hay, se hace cuesta arriba poder solventar, pagar los sueldos y los servicios que aumentaron muchísimo también” dijo. 

A diferencia de otras provincias del país donde ya se cobraba el servicio de faena, en Buenos Aires se utilizaba como compensador de los costos al denominado “recupero”, vinculado a la comercialización de los subproductos como cueros, cebos o menudencias.

Desde la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMYA), su titular Leonardo Rafael, le dijo a este sitio web que hasta ahora “la industria frigorífica nos estaban pagando servicios de faena a nosotros por el subproducto que se quedan. Por lo que se está escuchando es que están viendo la manera de cobrar y  hacer que sea inverso: en vez de pagar, cobrar” sostuvo. 

“Eso en la provincia de Buenos Aires no estaba sucediendo. Sí mucho en el interior, donde son pocos los dueños de muchas plantas y se ponen de acuerdo y están cobrando en un valor de 150 pesos por kilo” precisó. 

Aunque reconoció a la caída del valor de algunos subproductos como una de las causas, advirtió que no es el factor central:  “Había subproductos que tenían un valor alto en la cadena como el cuero, la grasa, el cebo, el hueso y hoy, la verdad que el cuero, lamentablemente, no tiene valor directamente. Antes era el producto que promediaba el subproducto, como lo es hoy las menudencias, las achuras. Hoy eso no participa en esa elaboración de precio o lo hace en un porcentaje muy chico. El problema no recae sobre eso, sino recae sobre los grandes costos que tiene la industria” dijo. 

Cobro de faena: ¿cómo impacta en el precio de la carne?

Aunque es un costo nuevo que impactará en la conformación del precio de la carne, su reflejo en los mostradores no será significativo: se estima en 1,4% para el precio mayorista, lo que equivale a 0,7% de lo que se abona en góndolas o carnicerías. 

“En lo comercial y lo que es en el mostrador, al público le va a llegar poco porque no es algo representativo. A nosotros cobrar 50 o 100 pesos por kilo representa mucho por la cantidad de kilos que se hacen en una planta. Pero imagínate que si vos el cobras 100 pesos a un matarife esto no representa nada. En el mostrador puede representar 200 pesos o 150 pesos” explicó Caggiano.

El dueño de uno de los frigoríficos bonaerenses asociados a CAINCA remarcó que el reciente aumento del precio de la carne responde a otros factores: “Vale aclarar que aumentó un poco la hacienda que fue más o menos entre un 20% pero no es por esto. Es la especulación de una próxima elección y ahí el productor retiene, no quiere vender, especulando con lo que va a pasar con los mercados, que tampoco es cuestionable el reaccionar de ellos porque están defendiendo todo su capital” agregó. 

En tanto, el presidente de CAMYA explicó que “si bien es un valor fuerte y va a tener un impacto sobre el valor de la carne hay que ver cómo se desarrolla, quién va a ser el amortiguador de esta diferencia. Porque siempre cuando hay subas que a veces son difíciles trasladar a la góndola, queda un amortiguador entre la compra de la hacienda y la distribución. Siempre hay alguien, un poquito frigorífico, un poquito de matarife y se va absorbiendo a veces” describió. 

“Eso es entre la presión de donde lo cobran y el rebote de donde lo tenés que vender. Siempre sucede. Pasa cuando sube la carne porque pasa a ser costo esto. Sabemos que la situación es difícil para todos. Hoy cuesta mucho de volcar los valores de la hacienda y también el problema que hay con las cobranzas. Se han atrasado todos los pagos, estamos en una situación muy difícil todos, no solamente la industria y yo creo que la parte del abastecimiento también está muy complicada” completó. 

“El gran problema de la cadena pasa por el tema de la producción”

Más allá de la situación puntual de la faena, los diferentes actores de la cadena insisten en que el problema central se centra en la falta de producción y exigen políticas a largo plazo. 

“Tomamos la decisión de tratar de empezar a cobrar un poco porque en su momento teníamos la necesidad de hacer más kilos, como para que esto integre un poco mejor. Y ahora vamos a empezar a cobrar, porque el tema de  hacer más kilos implica salir a buscar más hacienda, arriesgar más, por eso llegó a esta determinación” sostuvo Caggiano.

Y señaló que “en otros países del mundo comer carne es carísimo y acá parece que nos han metido algo en la cabeza los políticos, que el asado tiene que está regalado” consideró. 

Para Rafael, el gran problema de la cadena pasa por el tema de la producción. “Nos hemos estancado en producción y hemos retrocedido durante los últimos cinco o seis años. El gran problema está ahí, el foco hay que ponerlo ahí, en buenas políticas, previsibilidad” opinó.

Los tiempos de la ganadería

“Tenemos que entender y siempre lo digo que para que llegue un churrasco a la mesa de los argentinos, pasan tres años y medio o cuatro años. Hasta supera los tiempos presidenciales. Es muy difícil seguir la política de la Argentina” consideró. 

El titular de la cámara que nuclea a los matarifes manifestó la necesidad de “un plan ganadero que sea inamovible durante 30 años. Gobierno que pase que no pueda modificar, que esté armado a molde de la necesidad de los ganaderos, porque mejor que ellos nadie sabe. Hay que fabricar eso. Tiene que haber una política en carnes, que no las hay".

Y agregó: "Creo que Argentina tiene que ponerse más serio en cuanto hablo de consumo interno, más que todo. Porque nos gusta exportar al mundo, pero la verdad que primero hay que atender bien a casa” .

En este sentido, consideró que “son los incrementos que no se pueden volcar hoy al mostrador, que estamos muy complicados para volcarlo. Lógico, porque se resisten los bolsillos. Los bolsillos quedaron chicos en la Argentina y eso se nota. Ahora, como siempre digo como producto y como proteína, la carne sigue siendo un producto muy barato. Hoy hay otros consumos, hay otros servicios, hay otras cosas que complican también y sacan poder de compra al consumo” concluyó.