El estudio de la consultora Escenarios, realizado a comienzos de octubre, refleja una sociedad exhausta por el ajuste económico y el endeudamiento. El 58% de las familias reconoció haber contraído deudas, y un 41% de ellas ya no puede afrontarlas. En paralelo, el 46% aseguró haber recortado “mucho” su nivel de consumo en el último año.
El pesimismo también se dispara: el 55% de los consultados cree que la situación económica empeorará en los próximos doce meses, frente al 31% que pensaba lo mismo cuando Javier Milei asumió en diciembre de 2023.
Pero el dato que más preocupa al Gobierno es el derrumbe en los niveles de confianza. Tras los escándalos de la Agencia Nacional de Discapacidad y el caso Machado, casi el 70% de los encuestados considera que “todos o la mayoría” de los funcionarios de la administración Milei están involucrados en hechos de corrupción. La oposición tampoco escapa a la crítica: un 60% opina lo mismo sobre sus dirigentes.
La desconfianza alcanza niveles récord en el Poder Judicial, con una imagen negativa del 65,8%, seguido por los sindicatos (59,2%) y las cámaras empresariales (53,7%). Además, el 71,7% de los argentinos se declara insatisfecho con el funcionamiento de la democracia.
El informe también revela una paradoja en el electorado: aunque el 49% coincide con la visión libertaria de que “el Estado es despilfarrador e ineficiente”, una amplia mayoría rechaza las medidas de ajuste. El 70,7% se opone al recorte de la obra pública, el 66,8% no avala las privatizaciones y el 53% defiende la continuidad del gasto social.
Con este panorama, el clima electoral se presenta cargado de incertidumbre y malestar. En los pasillos de la Casa Rosada reconocen que la encuesta cayó “como un baldazo de agua fría” en las horas decisivas antes de las urnas.
ND