
El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, realizó un saludo público a la dirigente opositora venezolana María Corina Machado en una comunicación difundida por medios regionales. En el intercambio, Paz expresó respaldo a la lucha democrática en Venezuela y enfatizó la importancia de los derechos y libertades como pilares de la política exterior boliviana que propone para su mandato.
El gesto fue recibido como una señal de alineamiento con causas democráticas en la región. Aunque el contenido completo de la conversación no fue divulgado oficialmente, lo confirmado hasta ahora es el saludo y la manifestación de apoyo. La mención a invitaciones u otros compromisos no ha sido verificada por fuentes oficiales, por lo que se evita atribuir afirmaciones no confirmadas.
Desde su triunfo electoral, Paz busca proyectar una imagen de liderazgo regional abierto al diálogo y centrado en la defensa de los derechos humanos. Su acercamiento a referentes de la oposición venezolana marca un contraste con etapas anteriores de la política exterior boliviana y reubica a Bolivia en el mapa diplomático latinoamericano, más cerca de gobiernos que promueven institucionalidad y alternancia.
Fuentes del entorno de transición destacan que el próximo gobierno aspira a reconstruir vínculos con democracias afines y a promover posiciones conjuntas en foros regionales. En este marco, el saludo a Machado se interpreta como una declaración de principios que prioriza libertades y garantías cívicas por encima de afinidades ideológicas coyunturales.
🇧🇴🇻🇪 AHORA — Conversación entre el presidente Rodrigo Paz y Maria Corina Machado.
— Agustín Antonetti (@agusantonetti) October 20, 2025
El nuevo gobierno va a romper oficialmente con la dictadura de Nicolas Maduro e incluso invita a Maria Corina a su posesión para el 8 de noviembre.
Todas muy buenas señales de esta nueva Bolivia. pic.twitter.com/ZszBIuYO44
Sectores cívicos y diplomáticos han valorado el gesto como una señal de coraje político en un contexto de polarización y retrocesos institucionales. La apuesta por una coalición democrática en América Latina podría aportar densidad a la voz boliviana en la región y facilitar agendas compartidas en materia de derechos humanos.
En tiempos de incertidumbre global, el saludo entre Paz y Machado trasciende las cortesías protocolares: recuerda que la defensa de la democracia es una tarea regional. Al respaldar públicamente esa causa, Rodrigo Paz posiciona a Bolivia en el centro del debate sobre diplomacia de principios y cooperación latinoamericana.