El lanzamiento de Nobody’s Girl: A Memoir of Surviving Abuse and Fighting for Justice reavivó las acusaciones contra el príncipe Andrés y volvió a sacudir los cimientos de la monarquía británica. La obra, publicada meses después de la muerte de Virginia Giuffre, la principal denunciante de Jeffrey Epstein, ofrece nuevos detalles sobre los abusos que sufrió siendo menor y sobre su presunto vínculo con el hijo de la reina Isabel II.
Giuffre describe con precisión tres encuentros con el entonces duque de York: en una residencia de Londres, en el departamento de Epstein en Nueva York y en la isla privada del magnate en el Caribe. En todos los casos, asegura haber sido “entregada” por Ghislaine Maxwell cuando tenía 17 años. Las memorias incluyen fragmentos de diarios, cartas y reflexiones inéditas que reconstruyen el entramado de poder y silencio que rodeaba a Epstein.

El príncipe Andrés, de 65 años, niega haber cometido delito alguno, aunque en 2022 llegó a un acuerdo extrajudicial con Giuffre para evitar un juicio civil en Estados Unidos. El pacto, que implicó una compensación económica y una donación a entidades que asisten a víctimas, marcó el fin de su vida pública.
La publicación del libro coincide con el momento más delicado del exduque. Hace apenas unos días, Andrés anunció que dejaría de utilizar sus títulos reales -entre ellos, el de Duque de York- tras un acuerdo con el rey Carlos III. Aunque la revocación legal aún requiere aprobación parlamentaria, el gesto fue interpretado como un intento de aliviar la presión sobre la Casa Real. Su nombre también fue eliminado del sitio oficial de la monarquía, donde ya no figura con honores militares ni representación institucional.
Nobody’s Girl no solo revive las acusaciones contra el príncipe, sino que expone cómo funcionaba la red de Epstein: jóvenes reclutadas con falsas promesas de trabajo o estudio, vuelos privados, lujos extremos y un círculo de poderosos que miraban hacia otro lado. Epstein fue hallado muerto en prisión en 2019, mientras esperaba juicio por tráfico sexual de menores, y Maxwell cumple una condena de 20 años.

El libro dedica además un capítulo a los intentos de desacreditar a Giuffre. Según ella, colaboradores del duque filtraron información privada para dañar su reputación. Estas afirmaciones reactivaron la atención mediática y llevaron a legisladores británicos a insistir en que se le retiren oficialmente todos los títulos pendientes.
Convertida en símbolo de la lucha contra la trata sexual, Giuffre cuenta en sus últimas páginas su camino hacia la recuperación y su deseo de justicia. “Sobrevivir fue mi forma de justicia”, escribe. Desde su publicación, Nobody’s Girl encabeza las listas de ventas en Reino Unido y Estados Unidos, y volvió a poner en debate el peso de la impunidad en los círculos de poder.
Mientras tanto, Andrés permanece en su residencia de Windsor, alejado de la vida pública y cada vez más aislado. La Casa Real evita pronunciarse, pero el daño a su imagen -y al prestigio de la institución- parece ya irreparable.