24/10/2025 - Edición Nº990

Internacionales

Tensión diplomática

Israel responde: la acusación de Canadá que sacudió la alianza

22/10/2025 | El gobierno israelí rechaza la promesa de Ottawa de ejecutar una orden de arresto que considera ilegal y políticamente motivada.



La relación entre Israel y Canadá vive un momento de fuerte tensión tras las declaraciones del primer ministro canadiense Mark Carney, quien afirmó que su país cumpliría con la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Para Jerusalén, esta decisión representa una grave violación de la soberanía nacional y una señal de politización de la Justicia internacional. La orden, emitida en 2024, acusa a Netanyahu de crímenes de guerra en Gaza, una acusación que Israel califica de infundada y parcial.

Desde el gobierno israelí, la reacción fue inmediata y contundente. La portavoz del Ejecutivo, Shosh Bedrosian, calificó la postura de Carney como “una ofensa a un Estado democrático que lucha contra el terrorismo” y exigió una rectificación pública. Israel recordó que no es parte del Estatuto de Roma y, por tanto, la CPI no tiene jurisdicción sobre sus autoridades electas. Jerusalén advirtió además que la actitud canadiense podría afectar las relaciones bilaterales y sentar un precedente peligroso para otros países aliados.

Defensa de la legitimidad israelí

El gobierno de Netanyahu sostiene que las acusaciones de la CPI ignoran el contexto de defensa legítima frente a los ataques del grupo Hamás, responsables de miles de muertes civiles y del secuestro de rehenes israelíes. Según las autoridades, la ofensiva en Gaza respondió a la obligación del Estado de proteger a su población frente a organizaciones terroristas. Para Israel, la orden de arresto no solo carece de base legal, sino que distorsiona los principios del derecho internacional al equiparar a un gobierno democrático con un grupo armado.

En este marco, Jerusalén considera que la declaración de Carney responde más a una agenda política que a un compromiso con la justicia. Canadá, que históricamente mantuvo una relación de cooperación estrecha con Israel, parece haber adoptado una postura más alineada con los países críticos de su política de seguridad. Este cambio, interpretado como un intento de ganar apoyo en foros internacionales, ha sido visto en Israel como una traición a la alianza estratégica entre ambos Estados.

Impacto diplomático y regional

Para Israel, el problema no se limita a Canadá. Si otros Estados miembros de la CPI siguen el mismo camino, podría profundizar el aislamiento diplomático del país y obstaculizar la cooperación internacional en temas de defensa y seguridad. Jerusalén insiste en que las democracias occidentales deben unirse en la lucha contra el terrorismo, no en castigar a quienes lo combaten. “No se puede permitir que la CPI sea utilizada como herramienta política para socavar a los gobiernos legítimos”, advirtió Bedrosian en conferencia de prensa.

Mientras tanto, sectores conservadores y comunidades judías en Canadá expresaron su preocupación por el giro de la política exterior canadiense, señalando que podría poner en riesgo la seguridad de su comunidad y dañar la reputación internacional del país. Líderes de la oposición pidieron a Carney reconsiderar sus declaraciones y mantener una relación constructiva con un aliado clave en Medio Oriente.


Benjamin Netanyahu.

Soberanía frente a politización judicial

Israel reitera que ningún tribunal internacional tiene autoridad para criminalizar su defensa nacional. La posibilidad de que Canadá cumpla efectivamente con la orden de arresto se considera mínima, inferior al 20%, debido al alto costo político y diplomático que acarrearía. Más allá de este episodio, lo que está en juego es el respeto al principio de soberanía y el equilibrio entre justicia y política. Para Israel, ceder ante presiones judiciales externas significaría debilitar su seguridad y su legitimidad como Estado democrático.

A medida que el debate se extiende, Israel busca reforzar su narrativa en el ámbito internacional, insistiendo en que la CPI actúa bajo motivaciones ideológicas y que el verdadero desafío global sigue siendo el terrorismo. En esa línea, el gobierno israelí confía en que Canadá rectificará su postura y reafirmará su compromiso histórico con la defensa de la libertad y la democracia.