
El operativo “Infancias en Juego” reveló la conexión entre la empresa Sportsbeat -principal sponsor de Independiente- y una red de apuestas clandestinas.
El contrato fue firmado por Néstor Grindetti, mientras que el allanado principal es un agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación que comanda Patricia Bullrich. La investigación apunta a desentrañar una trama que involucraría al entorno político de Grindetti y Cristian Ritondo.
El escándalo estalló tras conocerse que la empresa internacional Sportsbeat, patrocinadora de la camiseta de Independiente, fue incluida en el operativo judicial “Infancias en Juego”, destinado a desarticular redes de apuestas ilegales con participación de menores.
El dato que hoy sacude a Avellaneda es que el convenio comercial con Sportsbeat fue firmado directamente por Néstor Grindetti, actual presidente del club y excandidato a gobernador por el PRO.
Según fuentes judiciales, entre las órdenes de presentación emitidas figuran la sede de Independiente, la Cámara de Prestadores del Instituto Provincial de Lotería y Casinos, la Lotería Nacional y la filial argentina de Sportsbeat, donde se busca documentación contable y registros digitales que podrían confirmar el flujo de dinero proveniente del juego no autorizado.
Lo que agrava aún más la situación es que uno de los principales allanados, Matías Garcilazo, resulta ser un agente activo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Ese detalle, revelado por fuentes de la investigación, pone al descubierto un posible entramado entre estructuras estatales de seguridad y el negocio clandestino de las apuestas, en un contexto donde el club tiene fuerte presencia de dirigentes provenientes del ámbito policial y político.
El operativo fue coordinado por la División de Delitos Cibernéticos contra la Niñez y Adolescencia de la Policía Federal Argentina, bajo la órbita del fiscal Daniel Ichazo (UFI N° 8 de Berazategui) y del juez Francisco Martínez Garmendia (Juzgado de Garantías N° 4 de Quilmes).
Ambos magistrados, según se remarcó desde el fuero judicial, buscan preservar a niños y adolescentes frente a la exposición a la ludopatía digital, un fenómeno creciente que ya preocupa a los organismos internacionales.
En este marco se secuestraron equipos informáticos, contratos de publicidad y documentación contable, lo que resta confirmar es si hay relación económica entre la plataforma de juego ilegal con código abierto a menores de edad y el club que comanda Grindetti.
El hallazgo coloca al histórico club de Avellaneda en el centro de una tormenta moral y judicial. Por un lado, la dirigencia del PRO -que intenta proyectarse como símbolo de transparencia- debe explicar cómo una firma ahora sospechada de promover apuestas ilegales terminó en la camiseta de un equipo con millones de hinchas menores de edad.
Por otro, la presencia de un agente federal involucrado en la maniobra abre preguntas sobre los controles internos del Estado y sobre el grado de connivencia entre el poder político y las estructuras de seguridad.
“Se trata de un operativo inédito que busca cortar el circuito del juego clandestino que alcanza a los más jóvenes”, explicaron fuentes judiciales.