
El próximo domingo habrá elecciones en todo el territorio nacional para renovar la mitad de la Cámara de Diputados de la Nación. Se trata, sin duda, de uno de los comicios de medio término que más interés han despertado desde el retorno de la democracia. De modo que el escrutinio provisorio va a acaparar la atención "online" de millones de argentinos.
Nadie puede anticipar hoy con seguridad cuál sera el resultado final, por supuesto. Pero, al menos, podemos construir una tabla que proponemos para ir vislumbrando minuto a minuto cuál sería la capacidad de gobernabilidad futura con la que contará La Libertad Avanza (LLA). Y eso ya a partir de los primeros datos oficiales que se conozcan .
La tabla que proponemos indica cuántos diputados propios -es decir, sin la ayuda de aliados- necesitará el presidente Javier Milei a partir del 10 de diciembre para contar en la "cámara baja" con el "mágico" tercio de los votos. De eso se trata. De una cuestión matemática de importantes consecuencias políticas.
Si el Poder Ejecutivo consigue ese tercio propio, lo que haga el espectro opositor del Poder Legislativo le traerá muchas menos preocupaciones. Esa es una de las cuestiones que en estos días despiertan más curiosidad en los círculos políticos, sindicales, empresariales y de las organizaciones sociales.
No olvidemos que se necesitan dos tercios de los votos en las cámaras legislativas para situaciones de suma importancia institucional. Entre ellas las exclusiones de miembros, los juicios políticos eventuales, la posibilidad de una reforma constitucional, la capacidad parlamentaria de anular vetos presidenciales, reglas especiales de insistencia en el trámite bicameral, etcétera.
Si el oficialismo no cuenta con un tercio propio, puede construirse una suma de opositores que consigan por su parte sus propios dos tercios, imponiendo así su criterio. Esta circunstancia ya ha ocurrido últimamente y fue un dolor de cabeza para la Casa Rosada, puesto que inevitablemente le hace pagar costos políticos.
Comencemos con algunas cuentas sencillas. El total de bancas que tiene la Cámara baja, como es sabido, es de 257. En consecuencia, el tercio del cuerpo -para el caso de que haya quórum perfecto- es de 86 votos. Obviamente, si la presencia de los legisladores es menor en las sesiones -como ocurre casi siempre- esa proporción debe calcularse en relación al número de diputados presentes que estén sentados en sus sillones. Se aplica la regla de tres simple con la que nos mortificaban nuestras queridas maestras.
Hasta el 10 de diciembre de este año LLA contará con un colectivo de 37 diputados nacionales propios. La mayoría de ellos accedió con boletas electorales de color violeta. Posteriormente tuvieron incorporaciones desde otras bancadas, como también algunas deserciones.
Pero, a partir de esa fecha, de ese total de 37 diputados nacionales propios, concluirán su mandato de 4 años un total de 8 diputados. Ellos son, para mayor detalle, Alberto Arancibia Rodríguez, María Fernanda Araujo, Nicolás Emma, José Luis Espert, Florencia Klipauka Lewtak, Álvaro Martínez, Carolina Píparo y Carlos Zapata.
Realizando una simple resta (37-8) sabemos ya que, del total de diputados nacionales de LLA, permanecerá allí una cantidad de 29. Y a ese número, por supuesto, luego deberá sumársele los escaños que LLA logre en las urnas este domingo. Esa será la cantidad definitiva de representantes partidarios con las que contará Milei en sus últimos 2 años de mandato.
También sabemos que en esta oportunidad estarán en juego 127 bancas que se repartirán de acuerdo a lo que decidan los votantes. Se trata de la mitad de ese cuerpo, tal como ordena nuestra Constitución Nacional que debe ocurrir cada 2 años.
Es un hecho que las últimas encuestas han señalando que ingresarán más diputados por fuera de las listas de LLA que por dentro. De manera que la incógnita preelectoral hoy consiste en cuál será la diferencia entre lo que obtenga LLA frente al resto de las fuerzas políticas.
Vayamos ya a la tabla, pero con una importante aclaración: ella no puede ser considerada como una herramienta predictiva de absoluta precisión.
Eso es así porque, por diversos motivos, es imposible que esta tabla prometa una total exactitud. Fundamentalmente porque para renovar la mitad de los diputados no se considera a todo el territorio nacional como distrito único, sino que él ha sido fraccionado en 24 parcelas (23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Otra razón es el sistema de atribución de bancas residuales que determina el sistema D'Hondt . Y ni hablar del hecho de que la cantidad de bancas por distrito (de acuerdo con su población) no se ha modificado desde hace mucho tiempo a pesar de lo que ordena nuestra Carta Magna. De todos modos, esta herramienta bien puede considerarse mejor que nada.
Para mayor comprensión vamos a detallar el significado la primera fila de la tabla, mencionando qué cálculos justifican el contenido de sus casillas y despreciando, como corresponde, la presencia de decimales:
Si LLA obtiene este domingo a nivel nacional el 20% de los sufragios, contará a partir del 10/12/2025 con un total de 54 bancas en la Cámara de Diputados de la Nación. Eso será así porque allí seguirán en sus puestos sus 29 diputados que ingresaron en 2023 y aún les quedan 2 años más de mandato. Y si LLA obtiene el 20% de los votos a nivel nacional sobre un total de 127 bancas en juego, a ese número se le sumará 25 bancas. Finalmente: 29 bancas + 25 bancas = 54 bancas.
En consecuencia, en este caso particular en el que LLA obtenga el 20% de los votos, le faltarían 32 votos ajenos para lograr un tercio de las voluntades en la Cámara de Diputados de la Nación. Eso para el caso de quórum perfecto, claro está.
La primera conclusión que puede desprenderse de esta tabla es que LLA solo contaría con un tercio propio en la Cámara de Diputados si obtiene a nivel nacional al menos (y aproximadamente, como señalamos antes) un 45% de los votos válidos.
La segunda es que, si la mayoría de las encuestas electorales que se están difundiendo terminan reflejando la realidad, LLA va a necesitar de apoyo político externo en Diputados para alcanzar ese tercio "mágico".
En ese sentido, el humor social general a partir de diciembre será determinante, puesto que el apoyo de aliados podría aún reducirse si el gobierno de Javier Milei sigue perdiendo consenso ciudadano.
El factor principal, suelen repetir los analistas, será la marcha general (macro y micro) de la economía. Particularmente la inflación mensual, el precio del dólar, el poder adquisitivo de los trabajadores activos y pasivos y el índice de desocupación.