Después de casi dos años de inactividad, Alejandro “Papu” Gómez vuelve a competir oficialmente. El campeón del mundo con la selección argentina en Qatar 2022 cumplió su sanción por dopaje y fue presentado como nuevo refuerzo del Calcio Padova, club de la Serie B italiana, donde firmó contrato por dos temporadas, hasta junio de 2027.
La sanción, impuesta en octubre de 2023, fue por el consumo de terbutalina, una sustancia prohibida que, según su versión, ingirió accidentalmente al tomar un jarabe para la tos de su hijo. La FIFA y la Comisión Antidopaje de España validaron el cumplimiento de la suspensión, que finalizó el pasado 20 de octubre de 2025, habilitándolo nuevamente para competir.
Según la definición de la Universidad de Navarra, "la terbutalina es un fármaco que pertenece a la clase de los agonistas beta-2 adrenérgicos, que se utiliza principalmente en el manejo de las enfermedades obstructivas del sistema respiratorio, como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)".
Al momento de descubrirse el dopaje, el Monza -su club en ese momento- difundió un comunicado en el que explicó que Gómez lo hizo "para calmar una crisis de broncoespasmo, ocurrida en octubre de 2022, cuando el futbolista estaba inscrito en el Sevilla FC. La positividad es el resultado de una presunción involuntaria”.
Tras su consagración en Qatar, el Papu prácticamente no volvió a jugar. Regresará este domingo.A sus 37 años, el exjugador de Arsenal, San Lorenzo, Atalanta, Sevilla y Monza encara esta etapa con humildad y deseo de revancha. “Estoy aquí para ayudar; tenía muchas ganas de seguir siendo una pieza clave. Siento la responsabilidad de representar a Padua y a sus habitantes”, declaró en su presentación oficial.
Durante su inactividad, Gómez se entrenó de forma individual y luego junto a equipos amateurs para no perder ritmo. Su último partido oficial fue en noviembre de 2023, cuando jugaba para el Monza, en encuentros frente a Sassuolo y Salernitana.
El debut con Padova está previsto para este domingo 26 de octubre, cuando el equipo reciba al Cosenza por la fecha 10 del campeonato. El club, que marcha en mitad de tabla, apuesta a la experiencia y liderazgo del Papu para potenciar un plantel joven.
El regreso de Gómez no solo representa una nueva oportunidad deportiva, sino también un gesto de resiliencia. En un fútbol que suele descartar rápido, su vuelta a los 37 años es una declaración de principios: el deseo de jugar, de redimirse y de cerrar su carrera en sus propios términos.