Este domingo 26 de octubre, la Argentina volverá a las urnas para celebrar las elecciones legislativas nacionales. Los ciudadanos deberán elegir a los representantes que ocuparán 127 de las 257 bancas de la Cámara de Diputados y 24 de las 72 del Senado, en un proceso que definirá el equilibrio político dentro del Congreso Nacional durante los próximos años.
El Poder Legislativo argentino está compuesto por ambas cámaras, que cumplen funciones complementarias en la creación y sanción de las leyes. Los diputados representan al pueblo de la Nación, mientras que los senadores lo hacen en nombre de las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El voto será obligatorio para todos los argentinos de entre 18 y 70 años, mientras que los jóvenes de 16 y 17 años y las personas mayores de 70 podrán ejercerlo de manera voluntaria. Según datos oficiales, más de 35 millones de ciudadanos están en condiciones de participar de la jornada electoral, que se desarrollará en todo el país bajo estrictos protocolos organizativos.
Las elecciones legislativas son un momento clave para medir el pulso político del país y redefinir las correlaciones de fuerza entre las distintas fuerzas partidarias. Los resultados no solo determinarán la composición del Congreso, sino también el margen de maniobra del Gobierno nacional para impulsar o frenar proyectos durante los próximos dos años.
Con las expectativas centradas en el recuento provisorio del domingo por la noche, tanto el oficialismo como la oposición afinan sus estrategias para consolidar su presencia en el Parlamento. La ciudadanía, por su parte, se prepara para expresar nuevamente su voluntad en las urnas y marcar el rumbo político de la Argentina.
GZ