
A sus 28 años, Sixto Cristiani representa una de las voces más disruptivas del nuevo mapa político argentino. Economista, urbanista y fundador del espacio Nuevos Aires, irrumpió en la escena con un discurso directo y desafiante que apunta contra los privilegios de la dirigencia tradicional. Desde una mirada técnica pero con un fuerte componente social, plantea que “el país necesita menos relato y más resultados”.
En su paso por El Living de NewsDigitales, el joven candidato desplegó una batería de críticas y propuestas que combinan diagnósticos duros con una visión generacional de cambio. Desde su experiencia en Naciones Unidas hasta su compromiso con los barrios populares, Cristiani se muestra como un dirigente que quiere “romper la inercia de los que gobiernan hace tres décadas y siguen dando las mismas excusas”.
“Yo arranqué en política desde el barro, en villas y asentamientos. Lo que me sigue doliendo es ver pibes que nacen con un piso de tierra mientras otros discuten cargos”, dice Sixto Cristiani con mezcla de enojo y convicción.
A sus 28 años, el candidato por NuevosAires representa una camada que busca romper con el monopolio de los nombres de siempre. “Me dicen que soy joven, que no tengo experiencia, pero trabajé en Naciones Unidas asesorando a gobiernos sobre economía urbana. Tengo más formación que la mayoría de los que encabezan listas”, desafía.
Cristiani asegura que la juventud “ya no se come el verso de los políticos que fracasaron durante 30 años”: “Nos piden paciencia los mismos que destruyeron el país. No tienen autoridad moral ni política para decirnos qué hacer.”
En un tramo caliente de la entrevista, el economista arremetió contra los dirigentes que “se reciclan con tal de seguir cobrando su sueldo del Estado”.
“Cuando nací, Santilli era menemista; cuando terminé el secundario, era macrista; ahora es libertario. ¿De qué se va a disfrazar si Milei pierde en 2027?”, disparó.
Cristiani también apuntó al oficialismo libertario: “Los candidatos de La Libertad Avanza son empleados del gobierno nacional. Nadie los conoce, nadie sabe qué piensan. Son los chepibes de Milei.”
Y prometió poner su banca a prueba: “Si en cuatro años no logro aprobar la mitad de los proyectos que presenté, renuncio. Mi compromiso es con la gente, no con una carrera política”.
Entre sus iniciativas más resonantes, Cristiani propone una reducción del IVA en alimentos para aliviar a los sectores más castigados: “Nadie en la Argentina debería ser pobre por pagar un impuesto. Hoy una familia cae bajo la línea de pobreza por tener que pagar 21% más en polenta o huevos. Eso se cambia con una ley y una firma.”
También impulsa una licencia por paternidad igualitaria, extendiendo los dos días actuales a 45 días, en línea con la licencia por maternidad.“El mercado laboral discrimina a las mujeres porque los empleadores saben que van a tener que pagar más días de licencia. Igualar los derechos mejora la competitividad y la justicia social”, explicó.
Cristiani plantea un diagnóstico crudo sobre la desigualdad: “La pobreza no se mide solo por ingresos, sino por infraestructura, agua, transporte. En el conurbano hay gente que tarda dos horas en ir a estudiar, y esa también es una forma de pobreza”.
En ese marco, criticó la gestión de Axel Kicillof por la falta de seguridad y de autonomía financiera: “A los bonaerenses nos están robando 14 puntos de coparticipación. Nos cagan con la coparticipación y con el fondo del conurbano. Así no se puede gobernar una provincia de 17 millones de personas”.
El candidato no ahorró críticas al presidente: “Milei repite fórmulas de Milton Friedman pero actúa al revés. Dice que la inflación es solo monetaria, pero mantiene tasas de interés usurarias que destruyen el crédito productivo. Nadie puede invertir si tiene que devolver el doble en un año y medio”.
Para Cristiani, el resultado es claro: “No hay desarrollo posible si las pymes no pueden planificar. Este gobierno está destruyendo la economía real y mintiéndole a la gente mientras lo hace.”
El joven dirigente cerró con una definición que resume su visión: “La grieta solo le sirve a los que viven de ella. Los jóvenes no queremos ser empleados de la política, queremos cambiarla.”