
A horas de las elecciones, las miradas del mercado están puestas en el dólar y en la capacidad del Gobierno para sostener la cotización dentro de la banda cambiaria.
Desde hace quince días, según fuentes del mercado, el Tesoro de Estados Unidos habría intervenido con unos USD 1.800 millones para apuntalar las reservas del Banco Central y mantener el tipo de cambio oficial en el techo de la banda, hoy fijado en $1.491,50.
En declaraciones a LN+, el ministro de Economía Luis Caputo volvió a defender la estrategia oficial y se mostró confiado en el nivel actual del tipo de cambio:
“Estoy más que cómodo con el valor del dólar”, aseguró, en relación al oficial que ronda los $1.500.
También justificó la dinámica del mercado dentro del esquema de bandas:
“Hoy la gente está comprando en el techo de la banda. Vos no te podés enojar con el mercado. Para nosotros, el dólar dentro de la banda flota. Yo no me enojo ni con los que compraban en $1.200, ni con los que compran en $1.500.”
Y agregó: “Está arriba, por eso estamos en exportaciones récord. Lejos de ser bajo, es más bien alto”.
Sin embargo, a pesar de la confianza oficial, los bancos de inversión ya trazan sus propios escenarios sobre el valor del dólar para después de los comicios.
Morgan Stanley: tres escenarios según el resultado electoral
En su último informe, “Argentina: Post-Election Scenarios – Thinking Through Options”, Morgan Stanley vinculó directamente el valor del dólar con el desempeño electoral del Gobierno:
El banco resumió el diagnóstico con una frase contundente:“La dinámica política será determinante para el costo de financiamiento y la estabilidad cambiaria”.
En la misma línea de análisis, también opinó el economista Ricardo Arriazu, cercano al oficialismo, quien trazó su propio escenario de riesgo en función del resultado electoral
“Si las elecciones salen mal, se acaba el apoyo de Estados Unidos y el dólar se va a cualquier nivel. Y si gana, baja, pero ¿a cuánto? ¿$1.300? ¿$1.350?”, advirtió.
Para Arriazu, la clave del equilibrio actual pasa por el respaldo político y financiero de Washington. “Sin ese sostén, el tipo de cambio puede desanclarse con rapidez”, señaló; a la inversa, convalidado el apoyo y un buen resultado, la cotización tendría margen para retroceder desde los niveles actuales.