A pesar de que la noticia se extendió a lo largo y ancho del país, Atlético Tucumán dio marcha atrás y Lucas Pusineri seguirá siendo por ahora el técnico del equipo.
Después de muchas idas y vueltas, entre rumores y confirmaciones de su despido, los dirigentes levantaron el teléfono, fingieron demencia ante el entrenador y le dijeron que cuenta con su apoyo.
A pesar de la dura derrota ante San Lorenzo, los dirigentes consideraron que el técnico sigue cumpliendo los objetivos planteados: mantener la categoría y alcanzar los playoffs del Clausura.
De esta manera, el cronograma de los entrenamientos continuará según lo previsto, con la mirada puesta en el duelo ante Independiente, previsto para el primer fin de semana de noviembre, luego del receso del próximo domingo por las elecciones nacionales.

A pesar de la continuidad del orientador táctico, el clima está lejos de apaciguarse, ya que el plantel profesional emitió un durísimo comunicado en el que expuso las internas con la comisión directiva y las malas condiciones que, según ellos, se viven puertas adentro del club.
“Nos duele tener que llegar a este punto, pero creemos que el hincha merece saber la verdad. Defendemos esta camiseta con orgullo y queremos un Atlético Tucumán mejor”, señalaron los jugadores, que aclararon que el conflicto “no es por dinero”, sino por cuestiones de trato, acompañamiento y respeto.
También expusieron la falta de diálogo y aseguraron que su decisión de no concentrarse antes del partido con San Lorenzo fue “una última instancia” para que los escuchen.
El comunicado se difundió tras la caída 2-1 frente al “Ciclón”, encuentro en el que el clima se tornó hostil: parte del público arrojó billetes a los futbolistas y Leandro Díaz, visiblemente alterado, llegó a enfrentarse verbalmente con un hincha.
En ese contexto, el grupo decidió expresar públicamente su malestar por una conducción que consideran desconectada de la realidad del club: “Nos preocupa el trato y cuidado hacia los empleados del club, personas que día a día trabajan con esfuerzo y compromiso. También sentimos la falta de acompañamiento dirigencial que es casi inexistente, salvo ante los equipos grandes”.
Por si faltaba un ingrediente más, Guillermo Acosta también habló y criticó con dureza a la comisión directiva: “No era la idea que salgan a hablar antes del partido, ni ahora ni nunca. Se quisieron cubrir y la están embarrando mal”.
Además, desmintió que el conflicto sea económico y apuntó contra el vicepresidente Ignacio Golobisky: “Si tiene palabra, que salga a hablar y pedir perdón. Están más preocupados por las elecciones que por el club”.