El peronismo de Santa Cruz tratará de cortar una racha de cuatro derrotas consecutivas en las elecciones de medio término.
La de este año tendrá un condimento especial: por primera vez el kirchnerismo competirá sin ser gobierno provincial.
En el 2005 se sucedió el último triunfo del universo K en Santa Cruz en una elección intermedia. Estaban en disputa los tres asientos del Senado nacional, y el triunfo de Alicia Kirchner fue contundente: 58 a 28% ante el radicalismo.
A partir del 2009, el radical Eduardo Costa se alzó con tres triunfos legislativos consecutivos, pero nunca pudo vencer en las contiendas a nivel ejecutivo. En dos ocasiones estuvo muy cerca.
En ese 2009 compitió bajo el sello Cambiemos para Crecer y venció por un punto al Frente para la Victoria: 42 a 41%.
En el 2013 aprovechó la división del peronismo en dos frentes y ganó con holgura: repitió el 42%, y las dos facciones opositoras sacaron el 24 y el 20%.
En el 2017, el espacio de Costa le asestó una nueva derrota al kirchnerismo y se quedó con las dos bancas del Senado: 44 a 32%.
Ya en el 2021 había aparecido un nuevo actor político con fuerza: Claudio Vidal, de Somos Energía para Renovar. En el 2019 había competido dentro del Frente de Todos con un aceptable 14%. Dos años después mejoró el caudal y quedó en segundo lugar con el 28%, detrás del 35% de Cambia Santa Cruz, hegemonizado por la UCR. El peronismo entró tercero con el 27%.
Para este domingo, algunos sondeos marcan que el peronismo cortaría la racha. El cura Juan Carlos Molina es el candidato K y La Libertad Avanza intentará meterse en la pelea por el primer puesto, aunque correría de atrás.
FA