Diputados tuvo una nueva jornada de debate del proyecto de Presupuesto 2026 en la Comisión que preside Alberto “Bertie” Benegas Lynch.
Participó el secretario de Trabajo, Julio Cordero, exabogado de Techint, quien ya había representado a la UIA en discusiones previas por la reducción de la jornada laboral. Durante su exposición dejó varias frases polémicas, entre ellas: “¿Para qué quieren trabajar menos?”

Cordero dejó en claro que el Gobierno nacional impulsa una reforma laboral.
“Es un déficit que tenemos hace tiempo. Tenemos que lograr que la Argentina pueda producir y trabajar; ese es el foco, y para ello es fundamental mantener el equilibrio fiscal”, señaló.
El funcionario confirmó que se trabaja en un proyecto de Reforma Laboral, que se presentará en el marco del Pacto de Mayo y será enviado al Congreso para su discusión.
¿Qué se sabe?
Entre las reformas concretas que adelantó, Cordero explicó que se evalúa un esquema de salarios dinámicos:
“Tenemos un plan de incremento salarial dinámico. Eso es lo que marca la diferencia entre los salarios de convenio y los salarios reales, que deben ser superiores y deben serlo. Los empleadores deben pagar más a los trabajadores que se diferencien y se destaquen. Si todo es lo mismo, se apunta hacia abajo.”
Consultado por este medio, el economista de la CTA y especialista en mercado laboral Luis Campos analizó:
“Esto significa un debilitamiento de los componentes fijos del salario -básico de convenio, antigüedad, título- y un mayor peso de los variables -premios por productividad, bonos por rendimiento-. No hay nada en la legislación actual que impida estas prácticas; de hecho, muchas empresas ya las aplican”.
Otro punto central del plan oficial es la posibilidad de convenios por empresa.
“Estamos trabajando en los convenios por empresa, que permitirían una situación distinta, porque podrían negociar con el sindicato si la paritaria nacional quedó muy por encima”, indicó Cordero.
Campos advirtió que este esquema habilitaría rebajas salariales por debajo de los acuerdos nacionales:
“Permitiría que las negociaciones de ámbito menor -empresa, provincia o región- modifiquen a la baja lo acordado a nivel nacional. Eso implicaría cambiar la legislación vigente, algo similar a la ‘Ley Banelco’ de 2000.”
Nada nuevo bajo el sol
Un informe reciente de la consultora C-P, titulado “Crisis de ingresos”, advierte que este tipo de reformas suelen tener magros o inexistentes resultados en términos de mejora de ingresos y empleo.
“Lejos de solucionar los problemas, un debilitamiento de la negociación colectiva vía reforma laboral podría profundizar la fragilidad del salario real”, señala el documento.
Menos trabajo, más informalidad
Desde que asumió Javier Milei y hasta julio de 2025, se perdieron 205.456 puestos registrados, el mayor número de toda su gestión.
La tasa de informalidad subió de 41,6% a 43,2%, lo que implica unos 226.000 trabajadores informales más en un año.
El cuentapropismo informal también creció: pasó del 13,8% al 14,7% del total de ocupados. Y los ocupados demandantes de empleo treparon del 16% al 17,1%.
Todo esto ocurre a pesar de que el Gobierno ya había impulsado una reforma laboral en 2024, que incluyó:
- Blanqueo laboral con condonación de multas.
- Sustitución de indemnizaciones por fondos de cese acordados.
- Extensión del período de prueba hasta un año.
- Creación de la figura de trabajador independiente.
Como en otros años de la historia reciente, la flexibilización no generó más empleo ni mejores salarios.
El verdadero secreto para crear trabajo sigue siendo el mismo: crecimiento económico.