En una entrevista profunda en El Living de NewsDigitales, Juan José Gómez Centurión -ex combatiente de Malvinas, exvicepresidente del Banco Nación y referente del nacionalismo argentino- analizó la coyuntura política, el rol internacional del país y el deterioro del sistema de defensa.
Desde su mirada, la Argentina atraviesa una crisis de valores y de conducción, que requiere “volver a hablar de patria, soberanía y familia”.
Durante la charla, Gómez Centurión recordó su decisión de lanzarse como candidato a presidente. “Fue una locura, pero la vida está hecha de locuras necesarias”, aseguró.
Explicó que su paso al frente se dio “cuando la Argentina necesitaba hablar de lo que nadie hablaba: la patria, la bandera, la historia, la familia y la defensa de la vida”.
El exfuncionario contó que renunció a su cargo en el Banco Nación durante el gobierno de Cambiemos cuando se impulsó la ley del aborto: “Dije basta. No podía seguir en un gobierno socialdemócrata. Decidí salir a dar la pelea desde mis convicciones”.
Gómez Centurión recordó que su campaña fue “modesta, sin recursos, pero con un millón de votos” y que su mayor desafío fue “llegar a las familias, despertar el sentido de pertenencia y defender los valores que construyen una nación”.

El extitular de la Aduana fue uno de los primeros dirigentes en cuestionar la llamada Agenda 2030 y sus efectos sobre la soberanía cultural. “Fui el primero en hablar de la Agenda 2030 cuando nadie sabía lo que era”, afirmó. Para él, el país “sigue preso de presiones externas y organismos internacionales que promueven políticas contrarias a la identidad nacional”.
En ese marco, analizó el vínculo del gobierno actual con potencias extranjeras: “Milei tiene buenas relaciones con Estados Unidos e Israel, pero falta institucionalidad. Las relaciones no pueden ser solo de persona a persona, deben ser de Estado a Estado”.
También apuntó contra la Cancillería por su gestión en torno a las Islas Malvinas y el Atlántico Sur: “La Argentina ha vivido en una promiscuidad estratégica. Pasamos de relaciones carnales con Estados Unidos a relaciones carnales con China o Irán sin cambiar las sábanas”.
Gómez Centurión fue contundente al describir la situación de las Fuerzas Armadas. “El consenso político fue que la Argentina no necesitaba defensa. Y eso fue un error histórico”, añadió.
Según explicó, la inversión en defensa nacional “es casi simbólica”, y alertó sobre “una obra social militar quebrada y un sistema de fronteras desprotegido”.
Criticó, además, la subordinación del Ministerio de Defensa al de Seguridad: “El Ministerio de Defensa se volvió una moneda de cambio política. Algún día eso tiene que cambiar”.
Y concluyó con una frase que define su compromiso personal con el país: “A mí cualquiera que me hubiera llamado para ayudar, yo hubiera dicho que sí. Por la patria me sumaría al gabinete. Estoy para servir hasta el día que me muera”.