Un violento accidente ocurrido en el sur de la India dejó al menos 20 muertos y varios heridos cuando un autobús privado se incendió tras chocar con una motocicleta en plena ruta. El siniestro ocurrió durante la madrugada, en una carretera que une las ciudades de Bengaluru y Hyderabad, una de las más transitadas del país.
El impacto provocó una fuga de combustible que desató un fuego repentino, envolviendo el vehículo en llamas y dejando atrapados a decenas de pasajeros. Más de la mitad de las personas a bordo no logró escapar a tiempo. Las tareas de rescate se extendieron por varias horas, y las autoridades confirmaron que el autobús quedó completamente calcinado.

India registra una de las tasas de mortalidad vial más altas del mundo: cada año mueren más de 150.000 personas en accidentes de tránsito, y se estima que el 70% de los choques involucra motocicletas, camiones o autobuses. Solo en 2024, los siniestros aumentaron un 12% respecto al año anterior.
Las carreteras del país, aunque vitales para su economía, son también escenarios de peligro. Más del 40% de las rutas nacionales carecen de iluminación adecuada, y en muchas de ellas no existen barandas, señalización visible o controles de velocidad efectivos. A esto se suman el exceso de pasajeros en vehículos privados, la falta de mantenimiento y los tramos estrechos en los que conviven autos, camiones y animales.

El calor extremo y el desgaste del asfalto también contribuyen a los accidentes, especialmente en los meses de verano, cuando las altas temperaturas dañan el pavimento y reducen la visibilidad por el polvo.
En la mayoría de los casos, los siniestros fatales en India ocurren por exceso de velocidad, cansancio de los conductores y fallas mecánicas. Muchos autobuses de larga distancia circulan sin las inspecciones obligatorias o con sistemas eléctricos precarios que favorecen los incendios tras un impacto.
Los vehículos suelen estar sobrecargados y las salidas de emergencia, bloqueadas o en mal estado. La falta de controles en las terminales y el déficit de mantenimiento convierten cada viaje en una lotería. En los accidentes que derivan en incendios, los pasajeros tienen menos de dos minutos para evacuar antes de que el fuego consuma todo el vehículo.

El siniestro de este viernes no es un caso aislado. Cada semana se reportan tragedias similares en distintos estados del país. En las carreteras del sur, donde el tránsito interurbano crece sin planificación, los choques frontales y los incendios son cada vez más comunes.
Los especialistas advierten que el sistema de transporte no está preparado para el volumen de vehículos actuales. Las carreteras, muchas de ellas construidas hace décadas, no fueron diseñadas para el tráfico moderno ni para las velocidades que hoy se alcanzan.

La tragedia volvió a exponer las falencias estructurales de un sistema que prioriza la conectividad económica sobre la seguridad. Sin una inversión sostenida en infraestructura, capacitación y control, las rutas indias seguirán figurando entre las más mortales del planeta. Cada curva mal señalizada, cada camión sobrecargado y cada autobús sin mantenimiento es parte de un engranaje que, año tras año, cobra miles de vidas.