La noche del martes 22 de octubre quedará marcada en la historia del fútbol centroamericano por un hecho tan literal como insólito: un sismo de magnitud 6,2 en la escala de Richter sacudió Costa Rica justo en el momento en que Cartaginés celebraba el gol agónico ante Motagua, por el repechaje de ida rumbo a la Liga de Campeones de CONCACAF.
El partido se disputaba en el estadio Fello Meza de Cartago, y el reloj marcaba las 21:57 cuando Geancarlo Castro convirtió el 1-0 definitivo. Segundos después, el suelo tembló. La transmisión televisiva mostró cómo las cámaras comenzaron a moverse de forma violenta, y los relatores pensaron que se trataba de la euforia de los hinchas, pero no: era un terremoto real, con epicentro en Quepos, sobre la costa pacífica.
A pesar del movimiento, el partido no se detuvo. Los jugadores mantuvieron la compostura y el árbitro no interrumpió el juego. En redes sociales, el momento se volvió viral por la coincidencia entre el gol y el temblor. Algunos usuarios lo bautizaron como “el gol sísmico” o “el festejo tectónico”.
El Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica confirmó que el movimiento fue de magnitud 6,2, con réplicas menores en las horas siguientes. En Cartago, donde se jugaba el encuentro, el temblor se sintió con fuerza pero no se reportaron daños ni heridos.
Pese al susto en las inmediaciones del estadio, Cartaginés se impuso en el partido de ida y viajará a Honduras con ventaja para definir la serie ante Motagua. El ganador accederá a la próxima edición de la Liga de Campeones de CONCACAF, el torneo más importante de clubes en la región.