La crisis de Independiente reavivó los movimientos en el mapa político del fútbol. Con el club hundido en la tabla y una dirigencia en conflicto, por Avellaneda trascendió que el expresidente Mauricio Macri y su entorno buscan mantener el control impulsando a Sergio “Kun” Agüero como nuevo referente político del armado que supo tener a Fabián Doman a la cabeza, al menos por un breve lapso pero eficaz en términos electorales.
El proyecto apuntaría a reordenar el escenario interno, tras el desgaste de Néstor Grindetti y Cristian Ritondo, e instalar un nuevo liderazgo con proyección nacional. Según fuentes del entorno libertario y del PRO, la jugada incluye un acuerdo para devolverle espacio a Bebote Álvarez, figura de peso en la barra brava y cercano al sentir del exdelantero.
Detrás de la movida política se asomaría un viejo objetivo: la implementación de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD).
El esquema propone transformar los clubes en empresas, donde los accionistas deciden y los socios pierden poder de asamblea. En teoría permitiría atraer inversiones y profesionalizar la gestión; en la práctica, implicaría ceder el control social y cultural de las instituciones.
Independiente, devastado económica y deportivamente, es el laboratorio ideal para ensayar ese cambio. Si el experimento prospera, la discusión sobre las SAD podría expandirse al resto del fútbol argentino.
El plan se cruza con otro frente caliente: los allanamientos por apuestas ilegales que salpican a Independiente y a su principal patrocinador, Sportsbet.
El contrato fue firmado por Grindetti, actual presidente, y entre los detenidos por el delito de juego clandestino figura Matías Gabriel Garcilazo un agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), dependiente del Ministerio de Patricia Bullrich.
El operativo “Infancias en Juego” busca desarticular una red de juego clandestino con participación de menores y rastrea vínculos con dirigentes políticos del entorno del PRO, que quedaron siendo investigados por la fiscalía UFI N°8 de Berazategui, y el Juzgado de Garantías N°4 de Quilmes.

Mientras tanto, el debate sobre las SAD crece fuera de Avellaneda. Uno de los ejemplos es el de Gimnasia y Esgrima La Plata, donde su presidente Mariano Cowen tuvo que salir a expresarse ante versiones que proponen el viraje a una SAD o que acercan a la figura del Ministro de Desregulación del Estado, Federico Sturzenneger, quien promueve la candidatura a presidente del empresario Carlos Anacleto bajo el mismo objetivo de privatizar el fútbol en el club platense.
“El dinero externo ya está en el fútbol, pero eso no significa entregar el club”, Cowen defendió el modelo asociativo y advirtió que la privatización no es una solución, sino “una pérdida de soberanía deportiva y social”. Su postura refleja la resistencia mayoritaria dentro de la AFA, que ve en la iniciativa un intento de concentración del poder económico sobre los clubes.
Macri y otras figuras del PRO y LLA, ven al fútbol como plataforma de influencia. Lo que empezaría como una maniobra para sostener control en Independiente se inscribe en lo que podría ser una estrategia más amplia, donde la política, los negocios y el deporte vuelven a cruzarse.El expresidente, que alguna vez saltó de Boca Juniors a la Casa Rosada, vuelve a jugar su deporte preferido.