11/12/2025 - Edición Nº1038

Farándula

Histórico

Brigada cola: el primer gran éxito de Francella

26/10/2025 | El ciclo de Telefe marcó a varias generaciones.



A mediados de los años 90, la televisión argentina vivió uno de sus mayores éxitos de ficción familiar con Brigada Cola, una comedia policial producida por Gustavo Yankelevich que se convirtió en un verdadero clásico del humor nacional. El ciclo debutó en 1992 por Telefe y rápidamente se transformó en un fenómeno de audiencia, gracias a su mezcla de acción, enredos, personajes entrañables y el estilo inconfundible del productor.

La trama giraba en torno a un grupo de agentes muy particulares que, entre torpezas y confusiones, intentaban resolver distintos casos policiales. El elenco estaba encabezado por Guillermo Francella, quien interpretaba al inolvidable Franchella, un investigador tan carismático como ineficiente, acompañado por Gino Renni, Esteban Mellino, Adriana Brodsky, Javier Portales y Rolo Puente, entre otros grandes nombres del espectáculo.

Brigada cola funcionaba como una parodia del género policial, pero también como una comedia de costumbres, donde cada capítulo ofrecía situaciones absurdas, dobles sentidos y gags visuales que el público esperaba semana a semana. Su éxito fue tan grande que llegó a tener más de 100 capítulos y un promedio de rating altísimo para la época.

Además, la serie se convirtió en una marca registrada de los mediodías y noches de Telefe, y consolidó aún más la popularidad de Francella, que venía de triunfar con “De carne somos” y se preparaba para dar el salto al cine. Con los años, Brigada cola mantuvo su lugar en la memoria colectiva, al punto de que varias de sus frases y escenas se volvieron virales en redes sociales, recordadas con nostalgia por quienes crecieron viéndola. Tuvieron película, obra de teatro y hasta álbum de figuritas. 

Hoy, más de tres décadas después de su estreno, la ficción sigue siendo un ejemplo del humor popular argentino y de una época dorada de la televisión, en la que las familias se reunían frente al televisor para reírse sin parar con las aventuras de esa brigada tan desastrosa como querida.

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