El avance de la campaña gruesa 2025/26, la mejora en el precio de los granos y los movimientos del dólar impulsaron la importación de fertilizantes. De acuerdo a un informe elaborado por Jeremías Battistoni, de la Consultora AZ Group, en los primeros nueve meses del año, las compras de urea acumularon 877.000 toneladas, una mejora de 17% con respecto al mismo período de 2024.
“Se espera un incremento en el área sembrada con cereales para la campaña 2025-26 y esto impulsa la demanda potencial de fertilizantes”, explicó Battistoni. Y agregó: “Los precios de los granos mejoraron la capacidad de pago, especialmente de la soja y muchas empresas terminaron la definición de compras”. En septiembre, el valor de la urea a retirar de puerto retrocedió un 2% mensual y se ubicó en USD 585 por tonelada.
En el caso de los fertilizantes fosfatados, los números también mejoraron, como el caso del fosfato monoamónico (MAP). En el período analizado, las importaciones llegaron a 678.000 toneladas, un 15% más en la comparativa interanual. “Así como en urea, los volúmenes de ventas se reactivan de la mano del avance de las labores”, de acuerdo al informe de AZ Group.
Al igual que la urea, el MAP también recortó valores y se ubicó en USD 903 por tonelada, unos diez dólares menos con respecto al mes previo.
De acuerdo al análisis de Battistoni, el mercado de granos atraviesa un momento de fuerte mejora en las relaciones de compra contra fletes.
A estos factores, se suma un cambio en las condiciones macro, a partir de los movimientos en valor del dólar. La aceleración en el tipo de cambio tiene su reflejo en la cotización en pesos de los granos, que al aumentar en el mercado disponible permitieron licuar parte de los costos logísticos en la producción granaria.
En este contexto, la relación de precios entre maíz y flete se ubica por debajo del promedio de los últimos tres años. “Habrá que remontarse a las relaciones previas a 2024 para encontrar una situación similar”, sostuvo el especialista.
Al analizar el poder de compra de los granos para insumos, soja y maiz presentaron las mejores relaciones de precios. En el primer caso, si bien las relaciones de precios se retraen con la baja de precios de octubre, se mantienen positivas respecto a los meses previos al esquema de retenciones cero.
En maíz, el cultivo mantiene relaciones de compra positivas contra agroquímicos, además de la ya mencionada mejora en la capacidad de pago contra fletes. En la vereda opuesta, el trigo presenta la capacidad de compra más castigada.