La jornada electoral de este domingo cerró con un dato histórico: apenas el 66% de los argentinos habilitados para votar participó de las elecciones legislativas nacionales, según el último corte difundido por la Cámara Nacional Electoral (CNE) a las 18.
Aunque aún quedaban votantes dentro de las escuelas, el número marca la menor participación ciudadana desde 1983, y deja en evidencia una tendencia a la baja que se venía observando en las elecciones provinciales del año.
El Gobierno nacional había proyectado una concurrencia del 70 al 75%, confiado en que el estreno de la Boleta Única de Papel (BUP) podría favorecer la participación. Sin embargo, las cifras confirmaron lo contrario: la deserción electoral se profundizó, pese a la obligatoriedad del voto.
El récord anterior de ausentismo databa de 2021, cuando en plena pandemia de coronavirus solo había votado el 71,7% del padrón. En esta oportunidad, uno de cada tres ciudadanos decidió no acudir a las urnas.
Durante la jornada, la tendencia fue clara desde temprano. A las 12, había votado apenas el 23% del padrón, frente al 30,5% de 2021. Para las 15, la participación ascendía al 41,7%, mientras que a la misma hora, en las legislativas de hace cuatro años, ya lo había hecho el 51%.
Así, el país cerró una elección marcada no solo por el debut del nuevo sistema de votación, sino también por la deserción electoral reflejada en las urnas vacías.
BFB