Ordenan la detención del “Señor Jota”, el presunto cerebro del triple crimen de Florencio Varela

Desde la Alcaidía de la Policía Federal en Palermo, Joseph Freyser Cubas Zavaleta manejaba el negocio narco. Tenía un celular, una libreta verde y el respeto temeroso de quienes lo llamaban “Papá”. Ese poder, según la Justicia, no se detuvo con las rejas: desde allí habría planificado el triple crimen de Florencio Varela, ejecutado con el sello del narcotráfico.

El fiscal Carlos Adrián Arribas pidió su detención y el juez de Garantías N°4 de La Matanza, Fernando Pinos Guevara, ordenó su arresto este domingo. El martes será indagado como presunto autor intelectual del ataque que terminó con la vida de Morena Verdi, Brenda Del Castillo y Lara Gutiérrez.

Zavaleta, también conocido como “Señor Jota”, estaba preso a la espera de su extradición al Perú por tráfico de drogas. Pero una testigo bajo identidad reservada cambió el rumbo de la investigación. La mujer declaró que el narco no solo contaba con un teléfono dentro del penal, sino también con una libreta de color verde donde registraba movimientos, contactos y órdenes.

Según su relato, “Papá” era quien recibía la droga y la derivaba a Víctor Sotacuro para su distribución, mientras que otro hombre -apodado “Abuelo”- coordinaba la producción y el transporte desde el exterior. “Todos decían que ‘Papá’ era el reporonga y todos le tenían miedo. Si alguien cometía algún error o no hacía lo que él quería, los mandaba a torturar”, dijo la testigo ante el fiscal Arribas.

En su testimonio, la mujer incluso aseguró que las torturas se filmaban y se enviaban al resto de la banda como advertencia. En una de esas escenas, Matías Ozorio habría sido obligado a practicarle sexo oral a otro de los acusados, “Pequeño J”, para mostrar la humillación en tiempo real.

El crimen de Varela también habría sido transmitido en vivo. Según la hipótesis judicial, el “Señor Jota” habría presenciado la ejecución desde su celda, mientras daba indicaciones por teléfono a sus subordinados. La Fiscalía sostiene que fue él quien ordenó el ataque y que los diez detenidos actuaron bajo su mando.

El juez dispuso un nuevo allanamiento en su celda, donde personal de la División Especializada en Homicidios Dolosos de La Matanza secuestró documentación y dispositivos.

Con la detención de Zavaleta, ya son doce los imputados en la causa. Ocho están presos en Argentina y enfrentan un pedido de prisión preventiva; otro, “Pequeño J”, continúa detenido en Perú a la espera de extradición; y tres permanecen prófugos con pedido de captura internacional.

Entre los detenidos en territorio argentino figuran Sotacuro Lázaro, Magalí Celeste González Guerrero -la mujer que alquilaba la casa donde ocurrió la masacre-, Miguel Villanueva Silva, Iván Giménez, Daniela Ibarra, Maximiliano Parra y Matías Ozorio.

Mientras la investigación avanza hacia el fuero federal por la conexión con el narcotráfico internacional, el expediente reconstruye la figura de un jefe que, incluso desde prisión, siguió mandando. “Papá”, el que daba órdenes entre barrotes, ahora deberá explicar ante la Justicia cómo su nombre apareció en la libreta verde que selló su destino.