Drones que ven en la oscuridad: cómo la tecnología aérea cambió las investigaciones criminales

El uso de drones en las investigaciones criminales dejó de ser una escena futurista. Así lo planteó el subcomisario Ariel Eduardo Kopriva, durante su exposición en el XVI Congreso Latinoamericano de Técnicas de Investigación Criminal (COLTIC). “Nosotros nos abocamos a la adquisición, grabación y transmisión de imágenes desde el aire, ya sea con aeronaves o con drones”, explicó.

La División Video y Comunicaciones Aeronáuticas, que comenzó a operar con aeronaves en 1994, incorporó drones de manera sistemática desde 2014. Según Kopriva, la flota actual “cuenta con cámaras térmicas, telecámaras y funciones de inteligencia artificial que permiten operar de forma discreta y segura”.

Drones que ven en la oscuridad

Los equipos más recientes, como los modelos Mavic 3T y Matrice 30T, pueden trabajar con luces apagadas para intervenir en entornos nocturnos o en operativos donde se requiere sigilo. “Estos drones pueden trabajar en modo discreto. Tienen la posibilidad de apagar sus luces para operar en entornos nocturnos o cuando se necesita el máximo sigilo”, precisó el subcomisario.

Además, destacó su capacidad de observación: “El Mavic 3T tiene un zoom de 56 veces, lo que permite observar una chapa patente desde 300 metros de altura sin que nadie advierta la presencia del dron. El Matrice 30T alcanza las 200 veces de zoom y permite trabajar hasta distancias de 2 kilómetros”.

Kopriva subrayó la importancia del uso de cámaras térmicas en rescates y allanamientos complejos: “Podemos buscar un cuerpo caliente o un elemento diferente del resto, configurando los colores y la gama de temperaturas según el entorno”. Esa función, agregó, “permite detectar si hay un centinela o un elemento en el techo que pueda representar un riesgo para los grupos tácticos”.

Inteligencia artificial y mapas interactivos

El avance tecnológico también se refleja en la incorporación de inteligencia artificial para el seguimiento de objetivos. “Estos equipos ya poseen una inteligencia artificial que permite seleccionar un objetivo y seguirlo: puede ser un vehículo, una persona, una motocicleta o incluso una embarcación”, explicó.

Durante los operativos, los drones generan mapas interactivos en tiempo real: “Podemos determinar zonas de relevamiento, puntos de allanamiento o rutas posibles de escape. Todo eso se comparte con el comando y facilita la toma de decisiones”.

Los datos registrados quedan almacenados en una “caja negra” que permite reconstruir las trayectorias. “Procesamos esos datos y elaboramos un mapa donde se ve qué áreas fueron buscadas y cuáles quedan pendientes. Esto es clave cuando se busca a una persona: cada segundo cuenta y la teoría es encontrarla con vida”, detalló Kopriva.

Del mapa 2D al modelo 3D

Entre las innovaciones más recientes figura la capacidad de crear modelos tridimensionales de alta precisión. “Al realizar barridos múltiples sobre un área podemos crear un modelo 3D con precisión de hasta dos centímetros. Esto permite planificar ingresos, rutas de escape y posiciones de vigilancia sin exponer al personal”, explicó.

Las imágenes y datos obtenidos se integran luego en informes digitales. “La Fiscalía ya no recibe un PDF estático, sino una herramienta tecnológica web, con la que puede realizar sus propias mediciones y análisis desde cualquier computadora”, detalló.

Según el funcionario, esta tecnología cambió el modo de trabajar en el terreno. “Antes no se podía medir una distancia o una ruta de escape desde un video y ahora lo hacemos con precisión de dos centímetros y sin exponer a nadie. El dron vuela, graba y nos entrega toda esa información en tiempo real”, señaló.

Kopriva cerró su exposición con una frase que resume la filosofía detrás de la innovación tecnológica en la fuerza: “Lo que buscamos es mantener la integridad de las personas y la seguridad del personal. Los drones nos permiten hacerlo, aportando datos precisos y herramientas de análisis que antes no existían”.