Cristian Graf rompió el silencio tras conocerse su sobreseimiento en la causa que lo tenía acusado de encubrir el crimen de Diego Fernández Lima. En la puerta de su domicilio, el hombre de 58 años se mostró aliviado por la decisión judicial y expresó: “Ahora estoy mucho más tranquilo”.
Graf destacó que el juez Alberto Litvack “se dio cuenta” de que “no es culpable”, en alusión al fallo que lo desvinculó de la investigación. Había sido imputado por los delitos de “encubrimiento” y “supresión de evidencia”.
Sin embargo, su alivio no ocultó la indignación. “Se inventaron cosas”, dijo con evidente malestar, y agregó que las imputaciones fueron “acusaciones truchas”. “El resto fue todo inventado”, insistió.

El hombre era dueño de la vivienda donde aparecieron los restos de Diego Fernández Lima, joven futbolista de Excursionistas y alumno de la Escuela Técnica N°36 “Almirante Brown”.
En la resolución, el juez Litvack sostuvo que, cuando Graf llegó a su casa -lindante con la obra donde se encontraron los huesos-, la investigación ya estaba en curso. “La investigación ya estaba iniciada, se había realizado el correspondiente vallado y la evacuación del personal de la obra del terreno en cuestión, y hasta incluso estaba interviniendo la policía científica en la recopilación de los huesos”, señaló.
El magistrado concluyó que no hubo ningún accionar que pueda interpretarse como encubrimiento. “A esa altura, difícilmente podría desviar una investigación ya comenzada, ya que no tuvo ningún acto positivo para con las autoridades policiales ni judiciales que se encontraban allí”, explicó.
En otro tramo de la resolución, el juez descartó que el acusado haya interferido en la pesquisa: “No mintió o confundió a quienes comenzaron con la investigación del hecho, dando pistas falsas para desviar la pesquisa, sino que fueron simplemente expresiones realizadas a otras personas”.
El abogado de Graf, Martín Díaz, celebró la decisión judicial: “Esta defensa trabajó muchísimo para lograr esta resolución, la cual esperábamos y recibimos con satisfacción”, expresó.
Días atrás, el letrado ya había anticipado que su cliente sería exonerado al considerar “imposible” que hubiese cometido los delitos que se le atribuían. “Son dos delitos que él nunca pudo cometer”, había asegurado.
Los abogados de Graf adelantaron que solicitarán una declaración judicial que restablezca su honor y buen nombre, tras meses de exposición pública y acusaciones.
La causa se reactivó cuatro décadas después del crimen, cuando los restos de Diego Fernández Lima fueron hallados en el patio de la casa donde vive Graf, quien había sido compañero de colegio de la víctima.
El hallazgo ocurrió en el marco de una obra en construcción y derivó en una investigación judicial que, por algunos días, situó a Graf como sospechoso de haber intentado ocultar o alterar pruebas. Sin embargo, la reconstrucción del juez Litvack determinó que, al llegar al lugar, el proceso de investigación ya estaba en marcha y que su intervención no pudo haber modificado el curso de la pesquisa.