El dirigente nacional de Movimiento Ciudadano (MC), Jorge Álvarez Máynez, ha iniciado una nueva fase de acercamientos políticos al confirmar que su partido ve con buenos ojos un diálogo con el Partido del Trabajo (PT). En entrevista con El País, el excandidato presidencial marcó distancia del bloque opositor al señalar que MC no formará una coalición con el PAN rumbo a las elecciones de 2027, pero sí contempla coincidencias programáticas con sectores progresistas. La decisión reconfigura el panorama de alianzas y confirma el giro de MC hacia la construcción de un espacio propio dentro de la izquierda mexicana.
Álvarez Máynez argumentó que "no conviene adelantar los tiempos electorales", enfatizando que su prioridad es fortalecer la presencia local del partido antes de pensar en coaliciones nacionales. En ese contexto, el dirigente destacó que el PT representa un aliado natural por su perfil progresista y su base social cercana a las causas populares, aunque descartó que exista por ahora una negociación formal. Su estrategia busca consolidar un bloque alternativo al bipartidismo tradicional y reposicionar a MC como una fuerza de centroizquierda con discurso ciudadano.
El partido naranja ha reiterado que no habrá alianza nacional con el PAN para 2027, tras evaluar como negativa la experiencia de coalición en 2018. Sin embargo, la posibilidad de acuerdos locales o temáticos se mantiene abierta. Álvarez Máynez subrayó que el partido quiere construir desde abajo, priorizando la gestión en municipios y congresos estatales donde el voto ciudadano se ha mostrado más receptivo. En su visión, las elecciones intermedias serán una "prueba de madurez" para consolidar liderazgos como los de Luis Donaldo Colosio Riojas en Nuevo León o Enrique Alfaro en Jalisco.
MC también busca posicionarse frente a la reforma judicial y electoral impulsada por el gobierno de Claudia Sheinbaum, temas en los que ha expresado reservas. El dirigente considera que la reforma judicial es una transgresión al Estado de derecho, y que el debate electoral debe abordarse sin destruir las instituciones. Aun así, reconoció que el INE y los partidos pueden costar menos, adelantando que MC presentará una propuesta propia una vez que el Ejecutivo formalice su iniciativa.
La estrategia de MC se orienta a construir poder territorial antes de 2030, apostando por estados donde ha ganado presencia, como Sonora, Quintana Roo, Campeche y Zacatecas. Con el avance de Morena y el desgaste del PAN, el movimiento naranja busca capturar el voto joven y urbano desencantado con los polos tradicionales. El propio Álvarez Máynez plantea que 2027 será una etapa de consolidación y 2030 el momento de disputar el liderazgo progresista nacional.
Analistas estiman que esta estrategia puede dar frutos si MC mantiene su identidad y evita diluirse en alianzas apresuradas. La probabilidad de que MC consolide un bloque progresista propio ronda el 60%, considerando su crecimiento en ciudades intermedias y su discurso anticorrupción. No obstante, su éxito dependerá de la capacidad de convertir su narrativa generacional en resultados de gobierno concretos.
No vamos a permitir que se consume el fraude electoral de Morena en Veracruz.
— Movimiento Ciudadano | Movimiento Naranja (@MovCiudadanoMX) October 27, 2025
Papantla eligió a Mariano Romero y Poza Rica a Emilio Olvera como presidentes. 🍊
La decisión de la gente debe ser respetada 💪 pic.twitter.com/Y002odnA7W
La apuesta de Álvarez Máynez implica un difícil equilibrio entre independencia y pragmatismo. Su apertura al PT marca una ruptura con el aislacionismo previo de MC, pero también pone a prueba la coherencia interna del partido. El reto estará en mantener la marca ciudadana sin perder afinidad con la izquierda social, especialmente en temas como justicia, medio ambiente y transparencia.
A mediano plazo, el liderazgo de Álvarez Máynez podría redefinir el mapa político si logra traducir su discurso en una tercera vía progresista con vocación de poder. Su éxito no dependerá solo de la oposición al Gobierno, sino de su capacidad para construir una narrativa que combine renovación, gobernabilidad y unidad social.