11/11/2025 - Edición Nº1008

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Agroindustria

Según la FAUBA, certificar soja sin deforestación costará entre 1,28 y 4,20 dólares por tonelada

28/10/2025 | A partir de 2026, el cultivo deberá acreditar que proviene de lotes libres de deforestación desde 2021 para ingresar al mercado europeo.



El complejo sojero representa el principal ingreso de divisas de la economía argentina. De acuerdo a datos públicos y privados, entre las exportaciones de granos, aceite y harina se generan cerca de USD 20.000 millones al año, cifra que permite visualizar el peso específico de esta cadena de valor. 

En 2023, la Unión Europea publicó la Resolución 1115/2023, que establece que dejarán de importar un listado de siete productos -entre ellos, soja, carne vacuna y forestales- que provengan de lotes deforestados desde 2021. 

Este dato no es menor, teniendo en cuenta que más del 20% de las exportaciones argentinas se destinan a ese mercado. En este contexto, un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), determinó que los costos adicionales para que los exportadores se adapten a ese sistema son bajos.

En el caso puntual de la soja, calcularon que oscilan entre USD 1,28 y USD 4,20 por tonelada.  “La cadena de la soja es la que genera el mayor valor agregado a la economía argentina", según calcularon en el informe.

"De las 50 millones de toneladas que producimos por año, el 80% se industrializa como harina, aceite y biodiésel”, explicó Silvina Dal Pont, docente de Economía General en la Facultad de Agronomía de la FAUBA. Y agregó: “La mayor parte de esto se exporta, y del total exportado, el 20% corresponde a la Unión Europea”.

Una calificación con polémica

La docente recordó que “la comisión europea nos calificó como país con riesgo de deforestación estándar o ‘medio’. Por eso tenemos que cumplir con las disposiciones del nuevo reglamento. De no hacerlo, podríamos perder un mercado de 4.000 millones de dólares anuales”, advirtió.

Para Dal Pont, Argentina se adaptará sin problemas a estas exigencias. “Las empresas exportadoras deberían demostrar el origen libre de deforestación de su producción de soja. Para eso, tendrían que contratar servicios que lo comprueben, incluyendo imágenes satelitales, auditorías externas, o nuevas infraestructuras”, comentó.

De acuerdo con sus cálculos, el costo que afrontarán los exportadores para adaptarse rondaría entre USD 1,28 y USD 4,20 por tonelada de soja despachada. “Son valores muy bajos en relación con el precio internacional de esta materia prima, que está en torno a los 400 dólares”, destacó la docente. 

Tres escenarios de costos para los exportadores 

“Los costos varían según dos factores: si los exportadores actúan de forma individual o colectiva, y del volumen de soja que certifiquen como libre de deforestación. Analizamos tres escenarios que combinan estas variables”, señaló Ulises Martínez Ortiz, también docente de Economía General en la casa de estudios porteña.

En el primero, cada exportador actúa solo y adapta su estructura para que el 100% de la soja pase a ser libre de deforestación, más allá del destino de la mercadería. Para esto, asume los gastos adicionales de control y monitoreo ambiental, que ascienden a 4,20 USD/tonelada.

En el segundo, cada uno compra soja de modo convencional para algunos mercados y, por separado, soja libre de deforestación solo para los envíos a Europa. Este costo adicional por ‘segregar’ la mercadería es algo menor que el anterior: 3,55 USD/tonelada.

El último escenario plantea que los exportadores actúan en conjunto -como ya ocurre a través de la plataforma VISEC- y comercializan el 100% de la soja libre de deforestación, sin importar el destino. En ese caso, el costo adicional de infraestructura y trazabilidad es 1,28 USD/tonelada. “Aunque este es el óptimo, el costo en cualquier escenario resulta bajo respecto del precio de exportación”, sostuvo el docente.

La rentabilidad de los productores

El trabajo calculó que si los exportadores se adaptan al nuevo contexto, los productores de soja libre de deforestación podrían recibir por lo menos USD 0,75 adicionales por tonelada. Solo considerando las exportaciones a Europa, este sector podría obtener más de USD 5 millones extra cada año.

Para Martínez Ortiz, el agro argentino ya demostró su capacidad de adaptación. “Desde 2008 cumplimos con exigencias similares en el mercado de biodiésel. Los exportadores le pagan a los productores una prima por sus productos libres de deforestación”.

Y concluyó: “La tendencia es global. Estados Unidos, China y el Reino Unido discuten políticas similares. Además de la soja, se aplicarán a otros productos: la carne bovina, la madera y la pulpa tendrán la misma exigencia. Lejos de ser una barrera, son oportunidades para que todo el agro de la Argentina se posicione en mercados diferenciados y más demandantes”.