Ivo Cutzarida mantuvo una charla a fondo en El Living de NewsDigitales, donde desplegó su costado más reflexivo, polémico y frontal. Actor, terapeuta humanista y pensador autodidacta, repasó su trayectoria pública desde aquel recordado “corta la bocha” hasta sus actuales batallas contra lo que define como “la decadencia moral y cultural del país”.
En diálogo con este medio, también se refirió al rumbo del gobierno de Javier Milei, a quien reconoció como “un fenómeno político que despertó esperanzas” pero advirtió que “la libertad no se construye solo con discursos, sino con equilibrio, empatía y resultados reales para la gente”.
Cutzarida cruzó religión, política y psicología con una mirada crítica sobre el presente argentino. Habló de la inseguridad, el feminismo, las adicciones y la educación, y no dudó en asociar el avance de ciertas ideas progresistas con formas modernas de autoritarismo.
Cutzarida recordó el momento que lo convirtió en una figura mediática en 2014, cuando cuestionó la idea de que “la inseguridad era una sensación”. El actor dijo que “rompió un relato que justificaba al delincuente” y que su mensaje fue entendido por la sociedad: “Una cosa es robar y otra cosa es matar. Si justificamos al que mata, volvemos a la época de las cavernas”, sostuvo.
Además, criticó la falta de autocrítica de la clase política y su desconexión con la realidad: “Hace cuatro gobiernos que ningún presidente logra reelegir porque se agrandan, se suben al pony y dejan de mirar lo que le pasa a la gente”.
En un tramo de la charla, el actor comparó el autoritarismo moderno con “la imposición de ideas disfrazadas de inclusión”. Para Cutzarida, la ideología de género y el lenguaje inclusivo “surgen de premisas falsas” y son parte de un intento de control social: “El nazismo nació de una mentira: que una raza era superior. Hoy se quiere imponer otra mentira: que el sexo es un constructo. Es falso. Vos podés percibirte como quieras, pero no cambiar la naturaleza”, aseguró.
También cuestionó la educación sexual con enfoque de diversidad y advirtió: “Decirle a un niño que puede elegir su género es criminal. La psicología enseña que hay etapas que respetar”.

Otro de los temas que abordó fue el de las adicciones. Con tono reflexivo, Cutzarida aseguró que “la mitad de la población tiene algún tipo de adicción” y que se trata de “una enfermedad familiar que la sociedad no reconoce”.
“Las drogas legales como el cigarrillo, el alcohol y los psicofármacos matan más que cualquier otra cosa. El problema es que la gente busca afuera lo que tiene que encontrar adentro”, dijo.
Actualmente, Cutzarida trabaja junto a un equipo interdisciplinario de terapeutas, psiquiatras y operadores sociales en programas de acompañamiento y cursos virtuales para personas con adicciones, donde promueve el tratamiento grupal y la inclusión de la familia como parte esencial del proceso de recuperación. “La adicción es una enfermedad que se supera en comunidad, con escucha, contención y compromiso”, afirmó.
En ese sentido, alertó sobre “una cultura del tener y del aparentar” que, según él, está destruyendo los valores esenciales del país: “Nos falta respeto, empatía y comunicación. El cambio empieza cuando aprendemos a escucharnos”.