El periodista Pato Galván inauguró su ciclo “Soberanía Espiritual” en El Living de NewsDigitales con un invitado que no pasa desapercibido: José Luis Parise.
Psicoanalista freudiano y lacaniano, pero también estudioso de textos sagrados y tradiciones iniciáticas, Parise sostiene una idea provocadora: “Cristo no pudo haber sido lo que fue si no hubiera sido completamente humano. El Cristo con superpoderes no nos sirve”.
Durante la entrevista, el autor de “Los 11 pasos de la magia” explicó que su acercamiento a lo espiritual no vino por la religión sino por la observación. “Soy freudiano, pero tuve que ir más allá del inconsciente -dijo-. Lacan ya lo intuía: no puede ser solo una bolsa de problemas; detrás hay algo más”. Esa búsqueda lo llevó a cruzar puentes entre el psicoanálisis y la mística, entre Oriente y Occidente, entre Buda y Jesús.
Parise asegura que Cristo no hablaba en parábolas por simple poesía, sino como un verdadero iniciado que manejaba distintos niveles de lenguaje según su público: “El Cristo que hablaba en arameo le hablaba al pueblo; el que hablaba en hebreo o griego, a quienes podían entender códigos más profundos. Las traducciones latinas lo pasteurizaron todo”.
El entrevistado también puso en duda la lectura tradicional de la resurrección: “No significa volver de la muerte, sino despertar. Cristo mostró que la magia es el puente hacia la divinidad. No se trata de hacer milagros para obtener cosas, sino de lograr lo divino en lo humano”.

Entre risas y conceptos complejos, Galván y Parisere repasaron temas que van desde la relación entre Freud y la religión hasta los textos apócrifos y los orígenes orientales del cristianismo. “Los hebreos venían de la India. Cristo conocía esas enseñanzas -afirmó Parise-. Para entenderlo hay que leerlo como lo que fue: un hombre que eligió la magia como camino hacia lo divino”.
El cierre fue casi una declaración de principios. “La magia no es algo sobrenatural -sentenció Parise-. Es el resultado natural de quien despierta”. Esta frase resume el tono de la charla: una invitación a desarmar mitos para encontrar lo sagrado en lo cotidiano, sin dogmas, pero con la misma intensidad con la que alguien elige vivir con conciencia.