La Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados vuelve a sesionar este miércoles en un contexto donde la política y la economía se entrecruzan. Con los resultados electorales aún frescos, La Libertad Avanza busca mostrar músculo en el Congreso y medir hasta dónde llega su poder de negociación, mientras la oposición analiza cómo reposicionarse en la nueva etapa.
El presidente del cuerpo, Alberto “Bertie” Benegas Lynch, ya había advertido que el Presupuesto 2026 es “una obsesión” del oficialismo. Bajo su conducción, la comisión retomó la actividad con la intención de exhibir avances, pero también de ganar tiempo para negociar. “Queremos un presupuesto realista, que marque un cambio de paradigma”, señalan cerca del economista libertario.
En la práctica, el Gobierno se inclina por postergar la votación para el período de sesiones extraordinarias. En la Casa Rosada sostienen que el debate será más fluido después del 10 de diciembre, cuando asuman los legisladores electos y se consolide un escenario parlamentario más favorable.
La oposición, en cambio, presiona para que la discusión se mantenga dentro del calendario ordinario. “El país necesita certezas, no maniobras dilatorias”, remarcan desde Unión por la Patria, mientras los bloques del centro buscan garantizar su lugar en la mesa de negociación.
El Presupuesto 2026 llega con proyecciones optimistas: reducción de subsidios, impulso a la inversión privada y un Estado con menor participación directa en áreas sensibles. Pero las provincias advierten que los recortes en transferencias y obras públicas pueden generar nuevos conflictos.
El regreso de la comisión no es sólo un trámite legislativo: es la antesala de una pulseada política que marcará el cierre del año y el inicio de un nuevo ciclo de poder. En el Congreso, todos saben que lo que está en juego no son sólo los números, sino el equilibrio que definirá la próxima etapa del gobierno libertario.