02/11/2025 - Edición Nº999

Cultura


Entre chacareras y sueños

El dúo La Yunta celebra 25 años de folklore, amistad y una gira que honra sus raíces

29/10/2025 | De las guitarreadas familiares al escenario de Cosquín, Julián Humarán y Gustavo Páez celebran su historia entre raíces, amistad y un canto que sigue latiendo.



La historia de La Yunta comenzó hace 25 años, aunque sus voces ya venían marcadas por la herencia familiar. “Mi viejo era cantor de folclore”, recuerda Gustavo Páez, con una sonrisa que viaja hasta aquellas tardes en que su abuela pedía “Luna Tucumana” en las reuniones familiares. “A los ocho años empecé a cantarla, y con once ya acompañaba a mi papá por los festivales. Nunca imaginé que esa misma canción me iba a acompañar toda la vida”.

En el caso de Julián Humarán, el folclore también fue destino antes que elección. “En mi casa se escuchaba folklore y tango desde siempre. Mi viejo tucumano, mi vieja santiagueña. Era inevitable”, dice entre risas. Su infancia transcurrió entre caballos, guitarras, charangos y bailes populares: “Mi mamá me mandó a aprender guitarra para que no jugara al fútbol. Y sin querer, me regaló mi futuro”.

De la chacarera a Cosquín

Con el tiempo, lo que comenzó como un juego se transformó en una vocación. La Yunta creció entre escenarios, festivales y kilómetros recorridos. “El camino te va contestando preguntas —cuenta Gustavo—. El folclore te devuelve lo que sembrás. Uno canta por amor, no hay otra explicación”.

Ese amor los llevó a uno de los templos mayores del género: el escenario de Cosquín. “La primera vez tenía 16 años, y mi viejo tuvo que firmar una autorización porque no dejaban subir menores”, recuerda Páez. “Cuando subí, me dijo: ‘Acá todos somos iguales’. Y esa frase me acompaña desde entonces”.

Julián complementa: “Cosquín es un sueño y una responsabilidad. Es el Atahualpa Yupanqui, la luna tucumana, todo lo que nos formó”.

El folklore siempre está

En un presente musical atravesado por fusiones y nuevas tecnologías, La Yunta no pierde su esencia, pero sí se adapta. “El folklore ya no usa tantas metáforas ni paisajismo —reflexiona Gustavo—. Hoy habla del día a día, de la gente. Y eso está bien, porque el folclore también es vida”.

Ambos coinciden en que el género es mucho más grande de lo que se percibe mediáticamente. “Hay academias en cada pueblo, cientos de chicos aprendiendo zambas y chacareras. El folklore sigue vivo, aunque no siempre salga en la tele”, dicen.

Durante la entrevista en El Living de NewsDigitales, Julián y Gustavo se animaron a cantarEl carro de los sueños, una de sus canciones preferidas, y contaron que están celebrando sus 25 años de trayectoria con nuevos sencillos y colaboraciones. “Grabamos con Los 3 del Río, con los Hermanos Rojas, con Bruno Arias. Ahora se viene una chacarera junto a Cuti y Roberto Carabajal, adelantan.

El festejo de este cuarto de siglo los encuentra en plena gira: “Estamos con muchos festivales en Tucumán, Córdoba y Buenos Aires, prometen. Y mientras suenan los acordes de una zamba, ambos coinciden en lo esencial: “El folclore no se elige: se nace con él. Y cuando uno canta desde el amor, ese canto llega más lejos que cualquier moda.”