Colin Farrell, protagonista de Maldita suerte en Netflix, recordó un episodio bochornoso durante el rodaje de Minority Report en 2002, dirigido por Steven Spielberg y con Tom Cruise como estrella principal. El incidente ocurrió el 31 de mayo, coincidiendo con su cumpleaños, cuando el actor irlandés suplicó a la producción de esta superproducción de 120 millones de dólares que lo eximiera de trabajar ese día, pero su solicitud fue ignorada y lo citaron a las seis de la mañana.

La noche anterior, Farrell se entregó a excesos de fiesta y alcohol, lo que lo dejó en un estado lamentable al amanecer. Al recordar el momento, confesó: “Tuve uno de los peores días que he tenido en un set de filmación”.
Para sobrellevar la resaca, el actor pidió al asistente de dirección seis cervezas y un paquete de 20 cigarrillos, un remedio temporal que admitió no era admirable. Especialmente considerando que dos años después ingresó a rehabilitación. La escena en cuestión requería que pronunciara una línea compleja al inicio, y su estado lo traicionó repetidamente.

Farrell detalló el calvario: “Fue terrible. Nunca olvidaré la línea que tenía que no podía sacar. Era, ‘Estoy seguro de que todos han captado la paradoja fundamental de la metodología precrimen.’ Esa era la línea que empezaba la escena”. El equipo sugirió pausas para aire fresco, pero él insistió en continuar, resultando en 46 tomas fallidas que exasperaron a Cruise, quien, según Farrell, “no estaba muy feliz” con él, aunque enfatizó su cariño por el actor.
En Minority Report, ambientada en 2054, Tom Cruise interpreta a un jefe de la unidad Precrimen que arresta criminales antes de que cometan delitos gracias a videntes. Cuando él mismo es acusado de un futuro asesinato, huye para probar su inocencia en un mundo de vigilancia total. Actualmente se puede disfrutar en el catálogo de Paramount+.