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Economista formado en la Universidad de San Andrés y con estudios de posgrado en Londres, Lousteau comenzó su ascenso político a los 34 años, cuando fue designado presidente del Banco Provincia por el entonces gobernador bonaerense Felipe Solá. Su perfil técnico, disciplinado y ambicioso lo catapultó rápidamente al primer plano nacional.
En diciembre de 2007, Cristina Fernández de Kirchner lo eligió ministro de Economía, convirtiéndolo en uno de los funcionarios más jóvenes de la historia reciente. Su breve gestión duró apenas cuatro meses. En marzo de 2008, compartiendo equipo con el -recientemente caído en desgracia- secretario de Comercio Guillermo Moreno, impulsó la polémica Resolución 125, que establecía retenciones móviles a las exportaciones agropecuarias.
La medida provocó una reacción masiva del campo, con protestas, cortes de ruta y movilizaciones en todo el país. En medio de la tensión, Lousteau protagonizó un incidente con Moreno en un acto público. El segundo “Guillote” más famoso del país (el primero es Guillermo Cóppola) fue captado por las cámaras de televisión haciendo gestos inequívocos de amenaza de cortarle el cuello al ministro. Poco después, Lousteau presentó su renuncia.
Tras dejar el kirchnerismo, Lousteau inició su recorrido político propio: se afilió a la UCR y ensayó una alianza con el ex jefe de Gabinete de Fernando de la Rúa, Rodolfo Terragno, de cara a las elecciones de 2013. En esa oportunidad compitió por el frente UNEN, un encuentro progresista no kirchnerista. Su figura mantuvo peso mediático, pero le faltaba estructura partidaria sólida. Su carencia política quedó en evidencia cuando su sello Energía Ciudadana Organizada perdió las elecciones a jefe de Gobierno porteño contra el candidato del PRO, Horacio Rodriguez Larreta.
Luego de su derrota, Mauricio Macri le dio un premio consuelo que no estaba nada mal: lo nombró embajador en Estados Unidos, en el marco del gobierno de Cambiemos, que llegó a Balcarce 50 para poner fin a doce años de gestión kirchnerista. Terminada su misión diplomática, el economista de pelo revuelto –en esa época tenía rulos- fundó su sello Evolución, para competir en las elecciones legislativas de 2017 acompañando a la coalición oficialista. Con dicha camiseta llegó a ser diputado hasta 2019. En las mismas elecciones que ganó el Frente de Todos con la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner, el exministro fue electo senador.
En paralelo fue ascendiendo en la estrutura partidaria del radicalismo, llegando a la presidencia del centenairo partido en 2023. Su conducción es crititaca por buena parte de sus correligionarios porque no logra recuperar el brillo que supo tener la UCR en tiempos pretéritos. Para colmo, desde que está a cargo del partido de Alem, los boina blanca no lograron màs que coleccionar derrotas.
A lo largo de su trayectoria, Lousteau acumuló una serie de momentos que definieron su imagen pública. No siempre quedó bien parado:
GZ