El presidente Javier Milei afirmó que la derrota electoral del 7 de septiembre fue “una bendición” que le permitió “repensar un montón de cosas” y encarar una nueva etapa de gestión “basada en el consenso, el equilibrio fiscal y la modernización del Estado”.
En una entrevista que concedió al canal A24, el mandatario sostuvo que “cumplió todas sus promesas de campaña en menos de dos años” y se mostró confiado en que “a mediados de 2026 la inflación habrá desaparecido en la Argentina”.
Durante el diálogo televisivo, Milei destacó que su gobierno logró “en un mes lo que la Argentina no consiguió en 123 años: alcanzar el equilibrio fiscal”. Recordó que al asumir, el déficit consolidado equivalía al 15% del PBI, y que la drástica reducción del gasto público permitió frenar la emisión monetaria y contener la inflación: “Nosotros dejamos de emitir dinero a mediados del año pasado, con lo cual a mitad del año que viene no va a haber más inflación. La política fiscal y monetaria están alineadas, y el problema de la inflación en la Argentina se terminó”, aseguró.
En otro orden de cosas, el jefe de Estado señaló que el déficit cero es ahora una “política de Estado” y subrayó que existe un “consenso total” entre el Gobierno nacional y los gobernadores en torno a esa meta.
Milei adelantó que el país ingresa en la “segunda generación de reformas”, que incluirá cambios en la legislación laboral, el sistema tributario y la estructura del Estado. “La Argentina tiene un régimen laboral anacrónico de 70 u 80 años. La modernización no quita derechos, los amplía. Nadie pierde nada: los trabajadores actuales conservan sus condiciones y los informales podrán ser formalizados” detalló.
Entre los ejes más innovadores mencionó el principio de prelación de convenios: “El acuerdo más chico mata al más grande. Una empresa o una provincia podrá pactar mejores condiciones laborales sin depender de los sindicatos nacionales. Esto generará más empleo y productividad”, afirmó.
Milei reconoció que el traspié electoral marcó un punto de inflexión. “Fue una bendición porque nos obligó a repensar muchas cosas. El proceso de aprendizaje que tuve en los últimos dos meses fue monstruoso. No solo aprendí de política, también de economía”, señaló. A su vez fue claro al afirmar que “Yo trabajo para 47 millones de argentinos, los que me votaron y los que no. El deber está por encima de los impulsos. A mí me contrataron para hacer un trabajo, y lo voy a cumplir”.
Consultado por su tono más conciliador, explicó: “Consenso es abrazar las políticas que van a hacer grande a la Argentina nuevamente. Yo no dialogo con comunistas, pero sí con todos los que quieren que este país salga adelante”.
El mandatario citó un estudio del economista Juan Pablo Nicolini, de la Universidad Di Tella y la Reserva Federal de Minneapolis, que proyecta que si la Argentina mantiene el equilibrio fiscal durante 30 años, el crecimiento podría ser del 4% per cápita anual. “El equilibrio fiscal nos convierte en un país desarrollado. Si además lo logramos bajando el gasto, el crecimiento será aún mayor”, afirmó.
Milei defendió, además, su enfoque en materia monetaria: “No voy a parar hasta que la inflación sea cero, porque la odio. La inflación es un impuesto regresivo. Vamos a llevar el riesgo país a 200 puntos y consolidar la confianza en el peso con competencia de monedas”.
Sobre su relación con el expresidente Mauricio Macri, Milei destacó un trato de “respeto y cooperación” al tiempo que agregó: “Mauricio siempre se acercó con generosidad, me dio consejos muy útiles y nunca me pidió nada. Si tiene equipos que puedan ayudar a cumplir el contrato electoral con los argentinos, bienvenidos”.
El Presidente también adelantó que junto a su hermana recorrerá “dos provincias por mes” y que el Ejecutivo planea realizar reuniones de gabinete en el interior del país. “La reconstrucción de la Argentina no es obra de una sola persona. Necesito a la mayor cantidad de argentinos posibles arriba de este proyecto”, expresó.
En el cierre de la entrevista, Milei resumió su mensaje en un tono integrador: “Gobierno para todos los argentinos. Cuando bajo la inflación no solo beneficio a los que me votaron, sino también a los que no. Cuando la economía crece, el empleo crece y los salarios también. Queremos que la Argentina sea grande nuevamente”.
GZ