01/11/2025 - Edición Nº998

Internacionales

Alianza reforzada

Corea del Sur y submarinos nucleares: la jugada maestra de Trump que todos comentan

31/10/2025 | La aprobación de Washington al desarrollo de submarinos nucleares por parte de Corea del Sur consolida una alianza clave frente a China y Corea del Norte.



La decisión del presidente Donald Trump de autorizar a Corea del Sur el desarrollo de submarinos de propulsión nuclear fue recibida como un punto de inflexión histórico en la política de defensa del Indo-Pacífico. Durante la cumbre APEC 2025 en Gyeongju, Trump anunció que Washington confía plenamente en Seúl como socio estratégico y que el fortalecimiento de su capacidad naval es esencial para el equilibrio regional. La medida rompe con décadas de cautela estadounidense en materia de transferencia tecnológica y envía un mensaje inequívoco a China y Corea del Norte.

Para Corea del Sur, el gesto es mucho más que simbólico. Desde hace años, Seúl aspiraba a contar con submarinos de propulsión nuclear (SSN), una capacidad que solo poseen un puñado de países. Estos buques podrán permanecer sumergidos durante meses, garantizando una disuasón efectiva frente a las amenazas norcoreanas y mejorando su autonomía estratégica. Analistas destacan que la aprobación estadounidense constituye un reconocimiento al papel creciente de Corea del Sur como potencia tecnológica y defensiva.

Un nuevo paradigma de alianza

El acuerdo también se vincula a la llamada "Doctrina Philly", mediante la cual Trump busca fortalecer la cooperación industrial y militar con aliados confiables. En este marco, Hanwha Group participará en el astillero de Filadelfia, integrando capacidades de diseño y producción naval con Estados Unidos. El enfoque combina autonomía regional con interdependencia estratégica, reforzando la idea de una red de defensa que no depende exclusivamente del Pentágono.

Washington considera que permitir a Seúl avanzar en su programa nuclear naval no compromete el régimen de no proliferación, ya que no implica el desarrollo de armas nucleares sino propulsión. Por el contrario, ofrece una vía segura y regulada para modernizar la disuasón convencional frente a un entorno geopolítico cada vez más hostil. Fuentes de defensa surcoreanas celebraron el anuncio como una demostración de "confianza y madurez estratégica" entre ambos países.

Impacto regional y proyección futura

La decisión también se interpreta como una jugada maestra en el tablero asiático, ya que fortalece el eje Washington-Tokio-Seúl ante la creciente presión china en el mar de China Oriental. Si bien Pekín expresó su preocupación por una posible carrera armamentística, la mayoría de expertos coinciden en que el movimiento busca restablecer el equilibrio disuasivo, no escalar tensiones. En paralelo, Corea del Norte respondió con retórica habitual, pero sin acción militar concreta.

En términos técnicos, Corea del Sur enfrenta desafíos: carece de experiencia en reactores navales y necesitará marcos regulatorios estrictos. Sin embargo, su capacidad industrial y tecnológica le permite aspirar a un desarrollo exitoso en la próxima década. Con una inversión estimada de entre 5 y 8 mil millones de dólares por unidad, el proyecto no solo impulsa la industria nacional, sino también el empleo y la innovación en defensa.

El valor de la disuasón compartida

El respaldo de Trump a Seúl simboliza una actualización de la alianza del siglo XXI, donde los aliados asumen más responsabilidades sin debilitar la cooperación estadounidense. En un contexto de tensiones crecientes con China y Rusia, la medida refuerza la estabilidad regional y reafirma el liderazgo de Washington como garante del orden del Indo-Pacífico.

Lejos de representar una amenaza, el programa surcoreano se proyecta como una garantía de seguridad colectiva. Si Corea del Sur logra materializar su primer submarino nuclear operativo antes de 2035, el Indo-Pacífico podría entrar en una etapa de disuasón equilibrada y colaboración tecnológica sin precedentes.