02/11/2025 - Edición Nº999

Internacionales

Nueva voz

Sarah Macías, la colombiana que sorprendió al mundo con su oratoria

01/11/2025 | La joven caleña de 18 años se convirtió en la primera colombiana en ganar el Mundial de Oratoria, con un mensaje que reivindica el poder de la palabra.



A sus 18 años, Sarah Macías logró lo que ningún compatriota había conseguido: alzarse con el título mundial de oratoria en español, celebrado en Melilla, España. Su intervención, titulada “La belleza de Colombia, cautivó al jurado por su equilibrio entre emotividad y contenido social, reivindicando una Colombia diversa, resiliente y capaz de narrarse más allá de los estigmas del narcotráfico. Su triunfo representa un cambio de paradigma para una generación que encuentra en la palabra hablada un medio de transformación.

Macías, estudiante de Comunicación Social en la Universidad Autónoma de Occidente, recibió formación de la campeona mundial Sandra Upegui, quien la guió en técnicas de expresión y manejo de emociones. Su historia comenzó de forma casual, cuando un profesor la inscribió en el concurso sin que ella lo supiera. Lo que empezó como una oportunidad menor terminó en un hito nacional. “Yo seguí porque no tenía nada que perder”, confesó tras su victoria, simbolizando una humildad que contrasta con la magnitud de su logro.

El poder de la palabra

El certamen contó con la participación de más de 400 estudiantes de 20 países, lo que resalta la magnitud del reconocimiento obtenido por la joven caleña. Su discurso apostó por un tono inspirador, que conectó la identidad cultural con la necesidad de escucha activa en un país marcado por el conflicto y la polarización. En sus palabras, “la oratoria no se trata de hablar bonito, sino de lograr que te escuchen”, una declaración que resume su visión de la comunicación como herramienta de empatía y cambio.

Especialistas destacan que su victoria coincide con una etapa en que la oralidad empieza a ser revalorizada en el sistema educativo colombiano. Desde 2018, el Plan Nacional de Lectura y Oralidad ha intentado incorporar el arte de hablar en público como competencia formativa, aunque su aplicación sigue siendo limitada. Macías encarna, en ese sentido, una posibilidad: la de inspirar a miles de jóvenes a encontrar en la voz un camino de expresión ciudadana.

Una victoria con eco social

El logro de Sarah Macías no solo es simbólico por su juventud o género, sino también por su origen. Proveniente de Cali, una ciudad diversa y desigual, su triunfo representa la irrupción de nuevas voces fuera de los centros tradicionales del poder académico y mediático. En un contexto donde la violencia y la exclusión siguen marcando a la juventud, su mensaje de reconciliación y orgullo nacional adquiere un valor especialmente potente.

Su impacto podría tener consecuencias duraderas: más programas de formación en oratoria, una mayor valoración de la expresión oral en las universidades y un impulso cultural hacia el diálogo. Sin embargo, según expertos, la probabilidad de que el sistema educativo adopte cambios estructurales a corto plazo ronda el 40%, dada la inercia institucional. Aun así, el efecto multiplicador de su ejemplo es innegable: demuestra que la palabra puede ser tan poderosa como la acción.

La voz de una generación

Sarah Macías emerge como una figura de referencia para la juventud latinoamericana, especialmente para las mujeres que buscan abrirse paso en espacios históricamente dominados por otras narrativas. Su victoria proyecta una Colombia distinta: la que dialoga, escucha y construye. En tiempos donde la comunicación pública se ha vuelto ruido, su voz recuerda que el discurso sigue siendo un acto de responsabilidad y esperanza.