Las autoridades cubanas ordenaron la evacuación inmediata de los habitantes de Guamo, en la provincia oriental de Granma, tras el peligroso aumento del nivel del río Cauto. Las lluvias provocadas por el huracán Melissa, que afectó gravemente al oriente del país, saturaron los embalses y amenazaron con desbordar la presa cercana al poblado. En pocas horas, los equipos de defensa civil organizaron un traslado masivo hacia zonas seguras, evitando hasta ahora la pérdida de vidas humanas.
Durante la madrugada del viernes, alrededor de 1.300 personas fueron evacuadas en tren y vehículos estatales hacia el municipio de Jobabo, en la provincia vecina de Las Tunas. Allí fueron recibidos en albergues provisionales con alojamiento y alimentos garantizados por las autoridades locales. Aunque la operación transcurrió sin incidentes, los reportes indican que la cifra podría ascender a entre 5.000 y 7.000 desplazados, conforme avance la crecida del río.
La decisión de evacuar Guamo se tomó cuando los sistemas de alerta confirmaron que el río Cauto había superado los niveles de seguridad. El Comité de Defensa Civil desplegó brigadas para asistir en la movilización, mientras se reforzaban los diques y se desviaban los flujos de agua. Las autoridades locales reconocieron que el deterioro de la infraestructura hidráulica complica la contención del caudal, y subrayaron la necesidad de revisar los protocolos de prevención ante eventos climáticos cada vez más extremos.
El gobierno cubano ha priorizado el envío de suministros y personal médico a los centros de evacuación. En Jobabo, las panaderías locales destinaron parte de su producción diaria para garantizar el desayuno de los desplazados, mientras se coordinan reposiciones para el resto de la población. Los servicios eléctricos y de comunicación permanecen intermitentes en la zona afectada, lo que ha dificultado la evaluación completa de los daños materiales.
Estados Unidos está listo para ayudar al pueblo cubano tras la devastación causada por el huracán Melissa en el este de Cuba. pic.twitter.com/N9kIrkUfBT
— USA en Español (@USAenEspanol) October 30, 2025
El episodio en Granma refleja la alta vulnerabilidad de las comunidades cubanas ante la intensificación de eventos meteorológicos, vinculada al cambio climático y a la obsolescencia de la infraestructura hidráulica. Los expertos advierten que los sistemas de contención del río Cauto requieren modernización urgente para evitar catástrofes similares en el futuro. La probabilidad de que el oriente del país enfrente nuevas crecidas en los próximos años supera el 70%, según estimaciones hidrometeorológicas recientes.
A mediano plazo, la crisis podría intensificar los problemas sociales y económicos en Granma, donde las pérdidas agrícolas y el desplazamiento de poblaciones rurales amenazan con agravar la pobreza estructural. La respuesta del Estado ha sido rápida, pero sigue siendo reactiva más que preventiva, lo que plantea la necesidad de una estrategia nacional de mitigación que priorice la resiliencia de las comunidades ante los efectos del clima.