Trump niega ataques en Venezuela: ¿refuerza su estrategia militar en el Caribe?

El presidente Donald Trump afirmó que Estados Unidos no está considerando ataques dentro de Venezuela, tras reportes que sugerían posibles operaciones militares contra objetivos en ese país. En declaraciones a periodistas, Trump buscó reducir las tensiones y señaló que su administración se concentra en combatir el narcotráfico en aguas del Caribe y en proteger los intereses estadounidenses en la región.

La aclaración llega luego de semanas de especulaciones sobre un posible cambio de estrategia de Washington hacia Caracas, en medio del despliegue del portaaviones USS Gerald R. Ford y otras unidades navales cerca de las costas venezolanas. Según fuentes oficiales, las operaciones recientes contra embarcaciones vinculadas al contrabando y las drogas habrían dejado más de 60 muertos en enfrentamientos con fuerzas estadounidenses.

Estrategia y mensaje regional

Trump evitó confirmar si su gobierno había evaluado opciones de ataque dentro de Venezuela, aunque informes de inteligencia señalan que el Pentágono analizó escenarios limitados, incluyendo ataques a pistas de aterrizaje y almacenes presuntamente usados por grupos criminales. Pese a la negativa oficial, el aumento de la presencia militar norteamericana ha despertado inquietud entre los países del Caribe y Sudamérica.

El gobierno de Nicolás Maduro rechazó las acusaciones de Estados Unidos y negó cualquier vínculo con el narcotráfico, mientras opositores venezolanos pidieron transparencia en las operaciones para evitar una escalada. Analistas regionales coinciden en que el actual contexto político en Estados Unidos podría influir en la retórica de Trump, quien intenta proyectar firmeza sin comprometerse con una intervención directa.

Donald Trump.

Equilibrio entre disuasión y diplomacia

La postura de Washington busca mantener una presión estratégica sobre el régimen de Maduro sin llegar a una confrontación abierta. Expertos en seguridad estiman que la administración podría continuar con operaciones navales y sanciones económicas, pero evitará acciones que violen la soberanía venezolana, al menos en el corto plazo.

La probabilidad de un ataque directo dentro de Venezuela se considera baja, cercana al 25%, según fuentes diplomáticas. Sin embargo, la tensión regional podría aumentar si los operativos antinarcóticos escalan o si se detectan incidentes entre fuerzas venezolanas y estadounidenses en el mar Caribe.