02/11/2025 - Edición Nº999

Agro

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En Misiones, los créditos de carbono cuidan el medioambiente y generan divisas

01/11/2025 | Un proyecto en esa provincia fue reconocido por la prestigiosa consultora internacional Verra.



La Mesa Argentina de Carbono promueve e impulsa una estrategia integral para que el país lidere la oferta de créditos de carbono en la región y transformar de esta manera al carbono en un nuevo motor de desarrollo económico y federal. 

En este contexto, destacaron el reconocimiento internacional al proyecto “Selva Paranaense Vida Nativa – GS1”, impulsado por Nideport, que acaba de obtener la certificación por parte de Verra de 138.000 créditos de carbono y recibió el más alto reconocimiento por parte de su impacto en Clima, Comunidad y Biodiversidad: CCB Gold. 

“Gracias a este tipo de iniciativas, hoy nuestro país está ante una oportunidad histórica: transformar su vasto capital natural y productivo en una fuente estratégica de generación de divisas, inversión, empleo y posicionamiento internacional”, señalaron desde la Mesa de Carbono.

Y agregaron: “Este logro representa un avance clave en la consolidación de Argentina como referente regional en el desarrollo de proyectos de carbono con impacto ambiental, social y tecnológico, validando el compromiso del país con la restauración ecológica, la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible de las comunidades locales”.

Sustentabilidad con base en Misiones

Ubicado en la provincia de Misiones, el proyecto Selva Paranaense Vida Nativa – GS1 abarca más de 22.800 hectáreas de la Selva Atlántica, uno de los ecosistemas más amenazados del planeta. A través de prácticas de restauración forestal, manejo sostenible e inclusión de comunidades locales, el proyecto busca recuperar la funcionalidad ecológica del paisaje, generar empleo verde y promover economías circulares.

La certificación otorgada por Verra, una de las entidades más reconocidas del mundo en materia de estándares de carbono, confirma que el proyecto captura carbono de forma adicional, permanente y verificable, al tiempo que protege la biodiversidad y genera beneficios sociales tangibles.

Vida Nativa implementa acciones de conservación y monitoreo de la fauna contribuyendo a formar un hábitat propicio para la prosperidad de la fauna nativa. Apoya la conservación de 56 especies autóctonas de fauna, de las cuales 10 están en peligro de extinción en Argentina, entre ellas el Yaguareté, la Yacutinga, el Tapetí y el Sapito Panza Roja.

El proyecto está situado cerca de la comunidad indígena “Tekoa Alecrin”. Se realizó una investigación exhaustiva para comprender su cultura y estructura social a fin de asegurarse respetar sus formas de interacción. Se implementó una Consulta Previa, Libre e Informada (CPLI) para establecer una relación colaborativa y explorar maneras de mejorar sus condiciones de vida.

Además del componente ambiental y social, Nideport presentó una plataforma de monitoreo forestal que utiliza inteligencia artificial y drones autónomos para mejorar la transparencia, trazabilidad y eficiencia en la medición de resultados. Esta herramienta tecnológica permite seguir en tiempo real el progreso del proyecto y garantizar la integridad de los créditos emitidos.

Un paso más hacia el desarrollo del mercado de carbono argentino

Con esta certificación, Nideport se suma al grupo de proyectos argentinos con validación internacional, fortaleciendo la posición del país en los mercados voluntarios de carbono y demostrando que es posible combinar innovación, conservación y desarrollo económico.

“Desde la Mesa Argentina de Carbono celebramos el trabajo de Nideport y la certificación de Vida Nativa bajo los más altos estándares internacionales. Cada nuevo proyecto certificado refuerza el potencial de Argentina para liderar los mercados de carbono en la región, generar inversión verde y construir un futuro más sostenible para todos”, destacaron desde la institución.

El proyecto marca el inicio de una nueva etapa de expansión. Nideport ya analiza más de 2 millones de hectáreas en distintos países de América Latina con el objetivo de restaurar 45 millones de hectáreas para 2035, posicionando a Argentina como epicentro de soluciones basadas en la naturaleza.