05/11/2025 - Edición Nº1002

Sociedad


Memoria, activismo y legado

1 de noviembre: Día Mundial del Veganismo y el natalicio de Margarita Sánchez de Thompson

01/11/2025 | Entre la militancia global por los derechos de los animales y el recuerdo de una de las mujeres olvidadas más importantes de Buenos Aires.



El 1 de noviembre conecta dos mundos distintos pero atravesados por una misma idea: cuestionar lo establecido. Por un lado, el Día Mundial del Veganismo, una postura ética que crece en todo el planeta; por el otro, el aniversario del nacimiento de Margarita Sánchez de Thompson, figura esencial en la primera élite intelectual de la Argentina.

Día Mundial del Veganismo

Cada 1 de noviembre, desde 1994, se celebra el Día Mundial del Veganismo, impulsado por The Vegan Society del Reino Unido. El veganismo dejó de ser visto como una excentricidad alimentaria para consolidarse como un movimiento global ligado al derecho animal, la sostenibilidad y la salud pública.

Entre sus referentes históricos destacan figuras como Donald Watson, fundador del término “vegan” en 1944; Peter Singer, filósofo autor de “Liberación animal”; y activistas contemporáneos como Ingrid Newkirk (cofundadora de PETA) o el médico Michael Greger, conocido por sus investigaciones sobre nutrición basada en plantas. En el mundo hispanohablante, uno de los nombres más citados es el del chef y divulgador español Jordi Casamitjana, autor de “La teoría vegana”.

Más allá de la alimentación, el veganismo apunta a una transformación cultural: rechazar toda forma de explotación animal, desde la industria cárnica hasta la moda o el entretenimiento. Su crecimiento global se refleja en cifras: cada año se suman millones de personas, nuevos productos y políticas públicas asociadas al consumo libre de crueldad.

Nacimiento de Margarita Sánchez de Thompson

El mismo día, pero en 1787, nacía en Buenos Aires Margarita Sánchez de Thompson, una de las mujeres más influyentes de la generación revolucionaria. Fue esposa de Juan Thompson, presidente del Cabildo porteño, pero su rol histórico va mucho más allá de lo doméstico: fue anfitriona de tertulias intelectuales y políticas donde se reunían Mariano Moreno, Manuel Belgrano y otros líderes independentistas.

Su casa funcionó como un centro de pensamiento y conspiración patriota en tiempos en que el protagonismo femenino era silenciado. En 1810, fue una de las primeras en lucir la escarapela celeste y blanca, gesto que la colocó como figura simbólica de la causa libertadora. Luego, en 1812, fue la primera mujer en izar públicamente la bandera argentina en Buenos Aires durante un acto oficial.

Margarita murió en 1868, casi olvidada por los manuales escolares, pero reivindicada por historiadores que ven en ella a una de las precursoras del protagonismo femenino en la historia política argentina. Su legado permanece como recordatorio de que la independencia también se gestó en los salones, en las palabras y en el coraje de las mujeres invisibilizadas.