La esperada reunión entre Mauricio Macri y Javier Milei en la Quinta de Olivos terminó sin resultados políticos concretos. Según distintas fuentes del PRO, el expresidente “se fue con las manos vacías” y con la sensación de haber sido ninguneado por un Milei fortalecido tras el contundente resultado electoral de La Libertad Avanza, que superó al peronismo por más de diez puntos.
El encuentro había sido acordado en un contexto de incertidumbre, cuando el oficialismo temía una derrota o un empate. Pero el triunfo libertario alteró todos los planes: el entorno del Presidente consideró que ya no era necesario cederle espacios de poder a Macri.
Pero el clima se tensó cuando, en medio del encuentro, estallaron las renuncias de Guillermo Francos y Lisandro Catalán, lo que concentró la atención del presidente y dejó al líder del PRO en un segundo plano. Por su parte, en el oficialismo sostienen que ofrecer ministerios al PRO sería un error, porque luego resultaría difícil remover a los funcionarios. En principio se evaluaba ofrecer algunos cargos de segunda o tercera línea, pero ni siquiera eso prosperó.
La tensión política se trasladó al Congreso. “Tenemos 20 diputados, nos van a necesitar”, advirtió un legislador del PRO, recordando que La Libertad Avanza contará con poco más de 80 bancas propias, lejos de las 129 necesarias para el quórum y la mayoría simple.
En el bloque macrista también reconocen que Macri no dramatizó la ruptura del bloque que Patricia Bullrich selló por orden del propio Milei, en la antesala del encuentro en Olivos. Para muchos, fue una advertencia directa: el Gobierno no aceptará reemplazar a Martín Menem por Cristian Ritondo en la presidencia de la Cámara de Diputados.
Las internas siguieron escalando en el PRO. Sabrina Ajmechet oficializó su pase al bloque de La Libertad Avanza y se despidió con un mensaje ácido: “Me hubiera gustado que el PRO bancara mi candidatura... pero es la realidad, mi lugar en la lista me lo dio exclusivamente LLA”.
En la misma línea, el diputado Damián Arabia, cercano a Bullrich, envió otro mensaje que reflejó la fractura: “De este bloque y de ustedes tengo solo cosas positivas para decir. Lamentablemente, no puedo decir lo mismo de la conducción del partido, del que fui expulsado”.
Mientras tanto, en Olivos, Milei sigue convencido de que su victoria lo legitima para avanzar sin concesiones, incluso si eso implica enfriar su alianza con Macri y tensar la relación con el PRO.
GZ