El obispo castrense Santiago Olivera celebró la decisión de la Corte que benefició a un represor

El obispo castrense Santiago Olivera generó una fuerte controversia al manifestar su respaldo público al fallo de la Corte Suprema que benefició al represor Carlos Ernestino “Indio” Castillo, exintegrante de la Concentración Nacional Universitaria (CNU) condenado por delitos de lesa humanidad.

“No puedo dejar de celebrar este pedido y agradecer la valentía del mismo”, escribió Olivera en una carta difundida en La Nación y replicada en redes sociales. El mensaje se refirió al reciente pronunciamiento del máximo tribunal, que revocó la prórroga de la prisión preventiva de Castillo, con el argumento de que “un Estado de Derecho no puede transgredir las garantías del debido proceso sin degradarse a sí mismo en ese acto”.

En su texto, el obispo agradeció la postura de los magistrados y añadió: “Muchas gracias, señores jueces, de una verdadera justicia, largamente esperada... con la esperanza de ‘ver’ estos días”. Además, apeló a que los tribunales sigan el mismo criterio: “Confío en que la justicia siga el camino de la justicia, aquella que no debe hacer excepción de personas, por más que sufra por ello el ataque de muchos, o no tantos, que se habituaron a usar de ella según su conveniencia”.

Olivera mantiene desde hace tiempo una relación cercana con jueces y figuras políticas, y su influencia en los debates vinculados a los juicios de la dictadura ha ido en aumento. En 2024 organizó un viaje al Vaticano para un grupo de magistrados y, meses después, pidió públicamente al presidente Javier Milei que “salde la deuda pendiente” con los represores.

Con vínculos estrechos con la vicepresidenta Victoria Villarruel y presencia habitual en los pasillos de Comodoro Py, Olivera se consolidó como una voz influyente en los sectores que cuestionan el proceso judicial de las causas por delitos de lesa humanidad.

GZ